Hugo Rubén “Titi” Osa, vecino de La Playosa y experimentado piloto de aviación civil, recordó el pasado día 26 una circunstancia muy especial y significativa de su vida como aviador. Precisamente, ese día se cumplieron 59 años de la “Revoada del 4º Centenario Ciudad de San Pablo” (Brasil), donde centenares de pilotos enviados por diversas naciones americanas participaron con pequeñas máquinas del evento, convirtiendo su azaroso y difícil desarrollo en una verdadera proeza aeronáutica.
La “Revoada” fue a iniciativa del Gobierno de la nación vecina, presidida en 1954 por Getulio Vargas, y como un homenaje a la aviación civil. En ese entonces, Osa tenía 26 años y participó en representación del “Aeroclub Villa María”, junto a cinco pilotos de la misma entidad (en tres aviones); concretamente, Armando Della Rossa, Mario Pinardi, Bartolomé Cravero, Leopoldo Marsili y Adolfo Depetris. Utilizaron en la oportunidad un “Pipper PA 11”, un “Fly Canut” y un “Boyero” de fabricación nacional, que sin dificultades y a pesar de la distancia, cubrieron el trayecto Villa María-San Pablo en una verdadera aventura de coraje y vocación por la actividad aeronáutica.
La Argentina envió en la ocasión 330 aviones, siendo despedidos en Monte Caseros (lugar de concentración) por el ministro de Aeronáutica José Ignacio San Martín y por el director de Aeronáutica Civil comodoro Eduardo Martín Allio, llegando a la colosal ciudad brasileña casi cien máquinas menos, que debieron desertar en su mayoría por problemas mecánicos o circunstancias meteorológicas.
En el acto central de la “Revoada”, donde lucieron excepcionales atributos diversos aviadores, estuvo presente el vicepresidente Joao Goulart (posteriormente electo máxima autoridad de la nación brasileña) debido a una enfermedad del primer mandatario de entonces.
Recuerda Osa la gran labor en acrobacia aérea del campeón argentino Santiago Germanoff y la campeona brasileña Amado Madeiro (“Charito”); destacándose también la performance de los representantes villamarienses. Cabe agregar, que Osa desempeñaba en ese entonces el cargo de secretario de Obras Públicas en el municipio playosense y llevó el saludo del intendente Ciro Cerutti a autoridades de Uruguayana, Alegrete, Santa María y Santos, todas ciudades brasileñas donde cumplieron etapas previas a la llegada.
Por último, hizo mención al gesto del doctor Segura (cónsul argentino en San Pablo), que colmó de atenciones a los pilotos enviados por nuestro país. Como objetiva decisión final, debido a su labor general y por ser la más numerosa de América del Sur, la representación argentina recibió el primer premio de la “Revoada”; en brillante e inolvidable ceremonia, reunión que contó con una gran concurrencia que despidió dignamente a todos los pilotos participantes.