Jugando a “la infancia en otros tiempos” era el lema de los chicos de sala de cuatro del Jardín Antonio Sobral que compartieron la jornada del viernes en la Casa de la Cultura de Villa Nueva. “Esta propuesta la venimos haciendo ya hace dos o tres años, lo que valoramos de la Casa de la Cultura es que no tenemos que ornamentar casi nada para trabajar en el campo y la ciudad para los festejos del 9 de Julio”, contó Sonia, maestra de sala de cuatro años del Jardín Antonio Sobral.

 

Espontaneidad

 

Siguió diciendo que “como los chicos son tan pequeños, no se pueden tomar los festejos en sí, sino que tomamos la infancia en otros tiempos, cómo jugaban los niños, cómo se educaban, cómo eran las clases sociales y la educación”.

Respecto a la actividad, comentó: “Hicimos distintos sectores donde los niños desplegan con espontaneidad todo lo que aprendemos en la sala. Tomamos este lugar para filmarlos y sacar fotos. De este modo, hacemos la culminación de todo lo que trabajamos hasta esta parte del año”. 

Para completar, indicó que dicha acción “forma parte del acto que hacemos con los papás y directivos”. El trabajo en la Casa de la Cultura fue realizado por las salas de cuatro años de los turnos mañana y tarde y asistieron los 190 chicos de las respectivas “seis salitas”.

 

Los papás

 

Con respecto a cómo toman los chicos que los lleven a la época, afirmó que “es divino porque lo venimos trabajando en la sala y tenemos el apoyo incondicional de los padres. Por ejemplo, a todos los elementos que están en el patio los trajeron los papás”.  

La “seño” Sonia destacó que “los niños aprenden, pero jugando, eso es lo fundamental para este espacio”.  Y aclaró que “la mayoría de los chicos son de Villa María, aunque también vienen chicos de Villa Nueva a nuestro jardín”.

“Nos dicen desde la Casa de la Cultura que somos el único jardín que valoriza este lugar. Todos los años, si podemos, venimos; el año pasado nos tocó otro acto y no vinimos, pero este año las docentes de cuatro decidimos volver”, comentó la maestra.  “La última vez que estuvimos fue con la presencia de los padres, oportunidad en la que comimos, ya que compartimos un almuerzo aquí”, finalizó.