En el fútbol no siempre cuando un equipo llega a producir más peligro que su adversario, sobre el arco contrario, se termina llevando como recompensa la victoria y eso quedó claramente demostrado ayer por la tarde en Ticino. En un partido en el cual Rivadavia fue el que más produjo en ofensiva, se topó con un Atlético que en una clara demostración de efectividad se anotó en la red cada vez que se aproximó a la meta custodiada por José Gobbi y terminó ganando 3 a 2 la primera semifinal del Torneo Apertura de la Liga Villamariense.
Tras un comienzo parejo en el que ambos se dedicaron a estudiarse, los primeros en tomar la iniciativa en ofensiva fueron los dirigidos por Marcelo Santoni. Primero lo hicieron, a los 11’ mediante algunas jugadas a balón parado que no fueron bien culminadas, siendo la más clara de ellas un tiro libre de Rodrigo Santoni que pasó cerca del palo derecho. En la siguiente, cuando se jugaban 17’, desde el vértice derecho del área Leonel Strumia metió un soberbio zurdazo bombeado que se coló por el ángulo superior derecho del atónito Rodrigo Trecco para convertirse en el 1 a 0 visitante.
El elenco cabralense no se conformó con la mínima ventaja que logró obtener y siguió intentando atacar, pero en un contragolpe cometió un descuido que le terminaría costando caro. Gonzalo Bértola entró al área por el sector derecho y fue derribado por Franco Gozzerino, razón por la cual el árbitro Ricardo Olmedo cobró penal en favor de los de Ticino cuando el reloj marcaba 25’. A pesar de eso, la parcialidad local no quedó muy conforme con el referí, ya que entendió que el hombre de Rivadavia debió haber sido expulsado porque ya tenía amarilla. De todas las protestas se desentendió Ayrton Páez, quien con la frialdad que lo caracteriza alcanzó el empate definiendo de zurda, suave y al medio.
Producto de todo lo que había en juego, nada más y nada menos que el pasaje a la final, el partido se fue tornando cada vez más caliente con el correr de los minutos y así el juego brusco fue transformándose en moneda corriente.
Antes del final de la etapa inicial los de Arroyo Cabral pudieron haberse ido al descanso en ventaja, pero Rodrigo Trecco apareció en dos oportunidades para impedir esa posibilidad, primero tapando abajo mano a mano con Federico Ferrer y luego sacando al córner un cabezazo de Marcos Berterame.
Cuando Rivadavia se dirigía para el vestuario se produjo un insólito altercado entre dos de sus protagonistas. Marcelo Santoni y Federico Ferrer tuvieron una fuerte discusión que derivó en la ausencia del “Toro” para los segundos 45’, según trascendió, por propio pedido del delantero. En su lugar ingresó Nicolás Ponce.
En el inicio de la etapa complementaria el panorama continuó siendo el mismo, con un juego muy friccionado y con Rivadavia generando constante peligro en la portería adversaria. En el primer cuarto de hora Trecco atrapó en dos tiempos un disparo a colocar de Franco Santoni, Berterame reventó el travesaño con un cabezazo y Strumia metió un derechazo que salió por encima del travesaño.
Pero una vez más por un error en la faz defensiva, Rivadavia terminó sufriendo, nuevamente a los 25’ al igual que en el primer tiempo. Allí Páez ingresó al área por la derecha y fue derribado por Samuel Garis, motivo por el cual el hombre de negro le dio a Atlético Ticino el segundo penal de la tarde. Otra vez Páez se encargó de la pena máxima, pero esta vez definió a la derecha de Gobbi, que voló hacia el otro costado, para poner a los dirigidos por Germán Vicario 2 a 1 arriba.
Nada estaba definido y en el último cuarto de hora se vivieron situaciones que hicieron variar los ánimos de ambos conjuntos hasta el final. En ese contexto primero celebró Rivadavia cuando consiguió el empate a los 32’; tras una serie de rebotes la pelota cayó en el área chica para que desde el suelo el “Puli” Berterame empuje la pelota y estampe el 2 a 2.
Pero la alegría mayor sería para el Atlético Ticino. Se jugaban 36’ cuando Páez jugó en forma de centro un tiro libre hacia el corazón del área, lugar en el cual Matías Piovano saltó más alto que todos para peinar el balón, descolocar a Gobbi y señalar el 3 a 2 que más tarde sería resultado final.
Antes de eso la preocupación invadió la cancha, cuando en tiempo de descuento Pascual Gudiño sufrió un golpe en la parte posterior de su cabeza que le generó una pérdida parcial del conocimiento, teniendo que ser retirado en ambulancia del estadio.
La figura
Gonzalo Bértola: fue la manija de su equipo en ofensiva, en el primer tiempo atacando por derecha y en el segundo por la franja izquierda. Siempre que pasó al ataque lo hizo con criterio y generando peligro. También fue buena la labor de su compañero Páez y en Rivadavia la actuación de Strumia.
El árbitro
Regular arbitraje de Ricardo Olmedo, quien desde el comienzo trató de impedir el juego brusco sancionando con tarjetas, pero con el correr de los minutos fue abandonando esa conducta. Un claro reflejo de ello fue no mostrarle la segunda amarilla a Gozzerino en el penal a Bértola. Sus asistentes dejaron dudas en muchas jugadas.