Deseo compartir con los lectores de esta sección una nota interesante que creo explica claramente una de las preguntas que a diario recibimos en el consultorio, referida a la disminución de la visión en edad adulta.
La disminución de la visión por hipermetropía aparece en los adultos luego de los 40 ó 50 años y en teoría se ha venido considerando el producto de la pérdida de la acomodación para ver de lejos en ojos demasiado cortos. Acomodando desde edad temprana para ver nítido, algo posible, al perderla con la edad aparece la hipermetropía latente.
El médico Rafael Iribarren ha publicado un trabajo tratando de dar los distintos avances durante muchos años de investigación, para poder dilucidar cuál es realmente la causa de la hipermetropía en el adulto, ya que está firme el hecho de que la única explicación posible para que se desarrolle hipermetropía es que el cristalino lentamente pierda poder, ya que se considera que el largo axial de ojo y el poder corneal no cambian en la vida adulta.
Así todos los estudios hechos y en vías de desarrollo se centran en los distintos cambios que se dan con la edad en el cristalino, sus curvaturas y su estructura interna, intentando aportar todo lo importante de este tema al momento de corregir esta visión de refracción, máxime si esa corrección se realiza con "excimer láser".
En su trabajo, Iribarren deja claro que el cristalino tiene un poder de 21 dioptrías, 10 dioptrías dependen de su curvatura superficial y el resto depende de las estructuras internas.
En estudios realizados por el colega referido en oficinistas de Argentina, el sesenta y cinco por ciento de los hipermétropes empiezan a usar anteojos después de los cuarenta años, es decir que no son hipermétropes de comienzo en la niñez o adolescencia, caso que se daría si los ojos fuesen cortos o las córneas más planas. Muchos casos se detectan al consultar un adulto joven por una astenopía, conocida vulgarmente como “cansancio visual”.
Todos los estudios mundialmente realizados se abocan claramente al estudios de la estructura externa e interna del cristalino como único responsable de este vicio de refracción.
Culmina el profesional manifestando que en la práctica es imposible predecir cuánto va a progresar una hipermetropía del adulto, pero es de esperar que alrededor de los sesenta años, cuando ya el cristalino ha perdido completamente la acomodación y se ha vuelto mas rígido, la hipermetropía ha llegado a su máximo. Por todo lo expuesto se puede explicar una de las frecuentes consultas en nuestra diaria tarea: la pérdida de la calidad visual en las personas mayores.
Dr. Raúl Eloy Baigorrí
Centro Privado de Oftalmología