“El primer ladrillo de este laboratorio fue de papel y tinta”, dijo Hugo Traverso, director del Instituto de Ciencias Básicas y Aplicadas de la Universidad Nacional de Villa María (UNVM), al término del acto en el que quedó inaugurado el espacio físico de 1.200 metros equipado para el funcionamiento de la investigación, las prácticas y las clases de las carreras del área.
Se refería como “primer ladrillo” a la nota que un grupo de docentes le envió en mayo de 2010, solicitando un espacio físico adecuado para el trabajo del sector.
“Ese año, de 15 trabajos de investigación pasamos a 27, es decir, casi el doble. Y todos se adecuaban a un espacio físico mínimo”, recordó Traverso.
La nota pasó al Rectorado “y ahí está el segundo ladrillo”, dijo, señalando al actual secretario de Políticas Universitarias de la Nación, Martín Gill, que en ese momento estaba al frente de la Universidad Nacional de Villa María.
De manera informal, cuando ya todos los asistentes se dirigían al corte de cintas, fue Gill quien tomó el micrófono para señalar que es “un día de fiesta” para la casa de altos estudios.
“Esto es el resultado de una decisión política, del esfuerzo de mucha gente que ni siquiera llega a la Universidad y de toda la comunidad universitaria. Tenemos que seguir como hasta ahora, con el esfuerzo y el trabajo compartido”, remarcó.
El acto
Un aula de la UNVM en la que se realizó el acto estaba colmada de dirigentes y jóvenes militantes, que con cánticos y banderas aguardaban el discurso que la presidenta de la Nación, Cristina Fernández, iba a dar desde el Instituto Balseiro.
En la primera fila de autoridades, siguió las instancias del acto Carolina Scotto, ex rectora de la Universidad Nacional de Córdoba y primera candidata a diputada nacional en la provincia por el Frente para la Victoria.
De pie, esperando las casi dos horas que se demoró el acto, estuvieron la vicerrectora a cargo del Rectorado, Cecilia Conci, Traverso, Gill, la diputada Nora Bedano y el intendente Eduardo Accastello.
Al comenzar el acto desde la provincia de Río Negro, dos pantallas proyectaban la figura de la presidenta que inauguraba obras en el Balseiro y en las universidades de Rosario, de Cuyo, de Misiones y la de Villa María.
“Qué tal, Nora; hola, Martín”, fue el saludo de la mandataria al ver las imágenes de las autoridades villamarienses.
Abrió el fuego de los discursos el intendente Accastello, quien no le dio demasiado tono partidario, remarcó que donde hoy se erige el laboratorio “había churquis y tierra”.
Destacó la relación que tiene la Universidad de Villa María con los sectores productivos y habló del nuevo laboratorio como herramienta para fortalecer esa relación.
Luego, Martín Gill, con quien Cristina tuvo especial deferencia en el trato -toda una señal política- , mencionó el “salto cualitativo” y destacó la necesidad para las carreras de Agronomía, Veterinaria y las ciencias del Ambiente, entre otras.
“Queremos más universidad, pero con más calidad, porque el proyecto nacional procura más inclusión con calidad”, dijo.
Aseguró que el centro de las políticas públicas del kirchnerismo está en “la educación en general y la educación universitaria en particular”.
A su turno, una estudiante, Natalia Ingaramo, agradeció la posibilidad de tener un espacio adecuado para la práctica y la investigación.
El discurso
Desde el sur, la presidenta se refirió a la política universitaria, al traslado de la estatua de Colón y a la “humillación” que debió padecer Evo Morales.
Sobre el presidente de Bolivia, Cristina dijo que “pareciera que no hubieran pasado cinco siglos”, indicando que el viejo mundo sigue intentando, “con otras formas”, los mismos manejos “de avasallamiento y humillación”, cuando no permitieron la libre circulación del avión de bandera boliviana que llevaba al mandatario.
Relacionado a ese tema, señaló que el proyecto de trasladar la estatua de Colón es para que a ese lugar lo ocupen “los patriotas y las patriotas que, como Juana Azurduy, defendieron a su pueblo”.
Finalmente, se refirió a la inversión en las universidades destacando el desarrollo científico para el uso pacífico de la energía nuclear. Con la creación de un ministerio específico “sacamos a la ciencia de ese lugar inasible para ponerlo al servicio de la producción”.
Finalmente, se refirió al respeto que se deben los argentinos “y no hablo sólo del respeto formal, porque no puede ser que por un corte estemos sometidos a núcleos de extorsión”, advirtiendo que no iba a dejarse presionar, en clara alusión a las protestas gremiales de Buenos Aires.
Foto 2: Los jóvenes militantes, con cánticos y banderas, acompañaron a Cristina desde Villa María
Foto 3: Autoridades locales participaron, por teleconferencia, del acto de inauguración