Una familiar de A.R. a quien acusan de haber violado a su hijastra menor de edad, salió en defensa del hombre mediante una carta de lectores. Haciendo uso del derecho a réplica, la mujer proclamó la inocencia del presunto abusador, quien permanece detenido.
A continuación, transcribimos parte de la misiva:

“(...) No existe prueba alguna contra A. R. Lo único que se puede decir de A. R. es que fue un padre ejemplar con sus siete hijos que tienen 11, 9, 7, 5, 4 años de edad y los gemelos que no llegan a cumplir los 2 años; y con su hijastra, que él quiere como si fuera su hija de sangre. Todo este problema surgió porque A.R. retiró a su hija de un colegio público (y la pasó) a uno privado, ya que sus amistades no eran muy buenas y menos de fiar; y ya desde los 12 años empezó a fumar con sus amiguitas, fuera del colegio. Cuando A. R. se enteró de todo, la cambió a un colegio privado, pero tampoco la admitían. Pero él habló bien y la aceptaron. En esos momentos, ella se puso rebelde. Pero otra cosa más se puede decir de esa nena; ella siempre, desde chica, cuidaba del hogar y de sus hermanos, mientras que Claudia Villarruel se quedaba toda la mañana postrada en la cama sin hacer nada de nada, la nena siempre tenía listo todo antes de que el padre llegara, y si les preguntan a alguno de los chicos, a su hermana la consideran como una madre.
Y ahora, a Claudia Villarruel se la ve vagando en moto por horas y horas, en la calle, hasta tarde (...), armando patotas con las familias Ramírez, Bracamonte y Leocata, armando puebladas llenas de ignorantes. Y el día sábado 26, en la calle Marcos Juárez 650, a las 16.30, en la pueblada, el hijo mayor, Maximiliano Villarruel Leocata, golpeó a una mujer de 68 años de edad (que sufre de osteoporosis), con ladrillos. Y la familia Bracamonte golpeó a puñetazos -en la esquina de la vivienda- a una mujer de 40 años con esclerosis múltiple. Y los vecinos adultos y los Leocata insultaron y golpearon a ladrillazos la cabeza de una menor, de 16 años.
El fin de esta carta es que no puede ser que el barrio General Roca se haya prestado para esa pueblada, sin tener prueba alguna. Me parece demasiada ignorancia de la gente, porque el supuesto hecho no ocurrió, sino en la propia casa de su mujer, que A.R. hizo para sus hijos (...) ¿Dónde está la Justicia? Yo escribo esta carta con derecho a réplica que se merece la familia de A.R.”

Nélida Antonella Barria
35638743

N. de la R.: los puntos suspensivos indican la supresión de denuncias que la lectora deberá formular ante la Justicia.