"Los distintos sectores intervinientes en los procesos productivos de trigo pan, condición estándar y harina para panificación derivada del mismo que detenten tenencia física de dicho producto deberán ejecutar las acciones comerciales tendientes a proveer adecuadamente al mercado interno a partir del día de publicación de la presente resolución”, indica la resolución publicada ayer en el Boletín Oficial, por la cual entra en vigencia la normativa conocida como Ley de Abastecimiento aplicada, en este caso, a la cadena de trigo.
Esto representa que, en caso de quien tenga en existencia la materia prima para el pan y no la venda para especular, el Estado podrá proceder a decomisar.
En otro párrafo de la resolución firmada por Guillermo Moreno, se advierte que “la falta de suministro de productos en el mercado provoca un grave impacto, con el consiguiente perjuicio de la sociedad toda, requiriendo medidas urgentes por parte del Gobierno nacional”.
Repercusiones
Walter Torres, de Harinas Villa María, un molino de esta ciudad, señaló que “la presión del Gobierno” ha surtido efecto y ayer empezaron a aparecer ofertas, aunque todavía a precios exorbitantes.
“Tengo ofrecimientos de lotes a 2.500 pesos la tonelada. Es muy caro”, puntualizó Torres.
Recuerda que el año pasado, por la misma cantidad abonaba entre 680 y 750 pesos la tonelada.
A su criterio, no son los productores los que tienen guardado el trigo, sino las grandes cerealeras y acopios. “Si algún productor tiene, no inclina la balanza porque no estamos hablando de grandes volúmenes”, puntualizó.
Hasta el momento, a pesar de la escasa oferta y los problemas de calidad, el molino pudo abastecer de harina a los clientes habituales. “Eso sí, tuvimos merma en la actividad, achicando los turnos de trabajo, pero siempre garantizando la provisión”, dijo.
Espera que con la disposición de la Secretaría de Comercio “se normalice la entrega y los precios, porque son los grandes acopios los que están produciendo esta falta de mercadería”, agregó.
Desde sectores de la producción, advierten también que la medida de Moreno no debería estar dirigida a los productores, porque no son ellos los que tienen el cereal guardado.
“No se puede acusar a los productores de especuladores y de que conservan trigo sin vender, porque los altos precios de las últimas semanas impulsaron a liquidar los saldos remanentes tras la cosecha. Ningún buen empresario agrícola se quedaría con trigo pudiendo comercializarlo hoy a un valor equivalente al doble de lo que se ofrece para fin de 2013”, indicaron desde Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (CREA).
También consultamos a Jorge Valinotto, diputado nacional del Frente Cívico, quien presentó un proyecto para que se habilite la importación del cereal. “Si lo hacen, bajaría automáticamente el precio y se normalizaría la provisión; porque si alguien lo tiene guardado, lo comenzaría a vender sabiendo que bajarán los valores”, dijo a EL DIARIO Rural.
El legislador entiende que el Gobierno no abre la importación “porque les da vergüenza, pero les aseguro que es imposible pensar que están acopiadas las 2,5 millones de toneladas que se necesitan hasta la próxima cosecha para abastecer el consumo interno”.
Valinotto integra la Comisión de Agricultura de la Cámara de Diputados. “En el último año y medio convocaron sólo a tres reuniones. No hay debate de los proyectos, salvo que los presente el Ejecutivo”, dijo.
Precisamente, en la última reunión, que fue a fines de mayo, el legislador dejó constancia de la preocupación por la escasez de trigo que se venía, “no le dieron importancia”, puntualizó.
Entiende que la medida, más que estar dirigida a la mejor provisión de trigo, está destinada “a agredir al sector de la producción”.
Sobre la importación
Según el último informe de los grupos CREA “si se quisiera aportar al balance desde la oferta, la fuente disponible más cercana sería Uruguay, aunque el aporte sería acotado porque los agricultores también finalizaron la campaña con mermas de rendimiento y problemas de calidad. Para mayores volúmenes y calidades, entonces, habría que pensar en las fuentes del hemisferio norte, como Estados Unidos o los países del Mar Negro, que están comenzando la cosecha en estos días con volúmenes importantes que ingresan al mercado internacional.
Estamos, en síntesis, en la encrucijada de la importación o de la panificación de trigo no apto para el consumo humano por contaminación con Fusarium”.
Agregan que el precio del trigo en Uruguay es de 280 dólares por tonelada. En caso de importar desde el hemisferio norte, los precios en la Argentina serían 395 dólares por tonelada trayéndolo desde el Golfo de México y 350 dólares desde los países que rodean al Mar Negro.
Mala calidad
Desde CREA manifestaron otra preocupación sobre el trigo, que se suma a la escasez y a los altos valores que se pagan en el mercado: se trata de la calidad.
"Hay muchas partidas fuera de estándar, sobre todo en Entre Ríos, sur de Santa Fe y norte, centro y sudoeste de Buenos Aires. Presentan grano de bajo peso hectolítrico y otros problemas, lo cual determina que no todo el trigo existente sea apto para molinería. Estas partidas deberían ser mezcladas con otras para estirarlas y alcanzar aptitud panadera. También hay que considerar los lotes con alta presencia de Fusarium, que no se podrán usar por no ser aptos para el consumo humano", indicaron.
No obstante, es muy poco probable que haya en el mercado una cantidad suficiente de trigo de alta calidad para mezclar con el que se encuentra fuera de estándar. Los análisis de laboratorio muestran que no hay Grado 1 en la mercadería cosechada.
Es decir, el trigo que se encuentra dentro del estándar no tiene capacidad de mejorar una partida mala.