Escribe Silvina Scaglia, Lic. en Nutrición
Muchos mitos y creencias rodearon el tema de la alimentación de la mujer embarazada. En la actualidad, se sabe que una nutrición adecuada y armoniosa es uno de los factores más importantes para la salud de la mamá antes y después de su bebé. Aún hoy es frecuente oír que una embarazada debe comer por dos. Este concepto puede ser cierto con respecto a algunos nutrientes, pero no en cuanto a las calorías.
La clave reside en mejorar la calidad de aquello que se come y distribuirlo, en lo posible, en raciones moderadas a lo largo del día.
Aumento de peso
El aumento de peso normal debe ser de entre 9 y 12 kilos, que se distribuyen entre el bebé, la placenta, el líquido amniótico, el útero, las mamas, sangre, líquidos y grasa que el cuerpo retiene y luego eliminará.
Antojos
Si bien es sabido por todos que las mujeres embarazadas tienen antojos, hay que aclarar que el hecho de que una persona tenga deseo de comer un alimento, no significa que su cuerpo lo necesite. Por lo tanto, una mujer embarazada debe prestar más atención al valor nutritivo de una comida que a sus antojos.
Para un adecuado crecimiento
Es necesario aumentar la ingesta de proteínas, lácteos descremados, carnes magras, clara de huevo y el aporte de Vitamina A, C, D y minerales como hierro y calcio. En síntesis, si la alimentación de la embarazada normal es completa, suficiente y variada, no necesita suplementos, salvo en el caso del hierro y el ácido fólico, que no se logran cubrir con la ingesta diaria.
Hasta la próxima...