Carolina Scotto nació en 1958. Es profesora de Historia y doctora en Filosofía. En 2007 se convirtió en la primera mujer en asumir como rectora de la Universidad Nacional de Córdoba, fundada en 1613. En 2010 fue reelecta en el máximo cargo de esa casa de altos estudios y este año concluyó su mandato. Ahora encabeza la lista cordobesa de candidatos a diputados por el Frente para la Victoria, acompañada desde el segundo lugar por el villamariense Martín Gill

 

-¿Qué sensación le dejó su paso por Villa María?

-Fueron dos actos muy importantes por diferentes razones. El primero, que fue para la presentación de nuestra lista de candidatos de cara a las primarias, nos dejó impresionados por la cantidad de apoyo recibido, por la cantidad de gente que se reunió, pero fundamentalmente por la representatividad de muchos de los que concurrieron, como los intendentes de la región encabezados por Eduardo Accastello, los dirigentes gremiales, empresarios, juveniles... El abrazo de todos ellos nos compromete aún más con nuestro trabajo. 

Y el segundo acto, el institucional, en la Universidad, fue uno más de los tantos que vivimos en los últimos diez años, en los que pudimos confirmar el crecimiento del sistema universitario, con instalaciones nuevas, laboratorios nuevos y mejoras edilicias y en los campus... En definitiva, confirmamos en la UNVM cómo se ha revalorizado la educación pública y la investigación desde el Estado.

-¿Cómo es su relación con el número dos de la lista, Martín Gill?

-Sintonía total. Llegamos al Rectorado en la misma época. Tuve mucho contacto anterior a la conformación de la lista, porque desde el Consejo Interuniversitario ha sido un activo defensor e impulsor del sistema universitario. Y desde que se conformó la lista estamos en contacto permanente, viajando por la provincia, proyectando...

-Son nuevos en una campaña como la actual. ¿Eso les juega a favor o en contra?

-Es muy bueno para la política en general que los partidos puedan ofrecer a los ciudadanos personas nuevas. Ojalá los otros partidos pudieran hacer lo mismo. Nuestras candidaturas son el resultado natural de nuestra gestión en la cosa pública, ya que pudimos demostrar capacidad de gestión en el marco de autonomía de gobierno que tienen las universidades.

-¿Cómo se lo van a hacer saber a las mayorías?

-Es verdad que no todos nos conocen. Pero estamos en eso. Vamos recorriendo el territorio provincial, recogiendo demandas y explicando nuestras propuestas... Hay tiempo.

-¿Usted fue militante de Franja Morada?

-No. Yo no alcancé a militar en agrupaciones estudiantiles, porque me tocó cursar en dictadura.

-¿Acompañó aquella ilusión alfonsinista del 83?

-Sí.

-¿Tiene alguna opinión acerca de por qué muchos alfonsinistas acompañan al kirchnerismo?

-Porque acá está el sueño de libertad y justicia del 83. Este proyecto está asociado a las demandas populares que quedaron truncas, porque después del doctor Alfonsín los partidos no pudieron darles continuidad; sobrevinieron la crisis de la política, la crisis económica, la tragedia... Después, no esperábamos que un gobierno con una base electoral tan precaria tuviera la valentía de levantar la bandera de los derechos humanos, de la soberanía, de la integración latinoamericana, de la educación pública, de la salud pública, del desarrollo productivo. Todo eso invita a realizar nuestro aporte de donde provengamos, sea desde alfonsinismo, desde la izquierda más o menos independiente, intelectuales, jóvenes de agrupaciones nuevas que recién empiezan... A los ciudadanos con prejuicios les pedimos que puedan confiar en que vamos a poder profundizar el proyecto, en que lo vamos a mejorar.

-A todos los candidatos les pido su parecer sobre la situación caótica de la Caja de Jubilaciones de la provincia. ¿Cuál es su parecer sobre

ese punto?

-La historia del déficit de la Caja es difícil de contar en pocas palabras. Pero, sin dudas, los responsables políticos de la situación son los mismos que hoy dicen que el Gobierno nacional les debe a los jubilados cordobeses. Pero si les refinanciaron deudas importantísimas a cambio de que se adecuaran a los lineamientos de las demás provincias, y luego no cumplieron. Existe un problema estructural, existen jubilaciones de privilegio que se empecinan en querer mantener... Además de criticar y desinformar sobre los recursos que la Nación derrama cada mes sobre la provincia, no tienen otra política. Córdoba no es atacada por el Gobierno nacional, sino por sus propios gobernantes.

Sergio Vaudagnotto