Las mujeres reaccionan al parto de diferentes maneras, según sea su trabajo de parto, sus expectativas, sus modos de enfrentar la situación, etcétera.
Mientras vivís tú embarazo podes comenzar a prepararte para la llegada de tu hijo aprendiendo técnicas de relajación y concentración que te ayudarán a que durante el trabajo de parto o cesárea todo tu ser esté entregado para colaborar con este gran acontecimiento.
Existen muchos métodos de relajación que pueden ser usados para el parto, sólo tú sabes cuál es el indicado para utilizar según sea tu capacidad de concentración. Para tal fin se puede utilizar música, masajes, un baño, meditación o visualizaciones de lugares o momentos placenteros. Tus pensamientos siempre deben ser favorables en ese momento, las molestias del parto están relacionadas con la función normal y saludable del cuerpo que te llevará hacia un fin esperado. Al reconocer las molestias del trabajo de parto como algo productivo y positivo podrás ganarle al dolor hasta un nivel manejable. Para enfrentarte al dolor de las contracciones puede serte de ayuda que lo aceptes y que elabores una respuesta concentrándote en cada una y en lo que provocan en el útero, en la pelvis y en el bebé. Otra opción es distraerte cada vez que viene una contracción concentrándote en estímulos exteriores para evitar quedarte fijada en tu dolor.
Muchas mujeres se valen conjuntamente de la adaptación y la distracción. Por ejemplo, al comienzo del trabajo de parto se relajan y respiran con tranquilidad y lentitud durante las contracciones, cierran sus ojos y visualizan algo que les resulta placentero y tranquilizador o las contracciones uterinas que abren el cuello del útero y empujan al bebé hacia abajo. A medida que el trabajo de parto se intensifica algunas siguen así; otras aumentan la velocidad de su respiración. Luego, durante la última etapa del trabajo de parto, cuando las contracciones se hacen más intensas y más seguidas, muchas mujeres descubren que no pueden continuar como venían. Aquí es cuando comienzan a buscar posiciones para aliviar las contracciones conectándose con el exterior, en este caso el acompañante o el obstetra y siguiendo sus indicaciones con respecto a la respiración.
Las medidas de comodidad y alivio se basan en la relajación, la clave para controlar el dolor durante el parto. Apréndelas y adáptalas a tus necesidades.
Técnicas
@ Concentración de la atención
Durante las contracciones, concéntrate en algo. Puedes visualizar exactamente lo que está sucediendo o un paseo por la playa. Hay mamás que visualizan a la contracción como un obstáculo que debe ser superado o vencido. También puede ayudarte mirar algo, la foto de otros hijos o la foto de la ecografía.
Hay mujeres que se concentran en los sonidos, música agradable, una vos tranquilizadora, sonidos de la naturaleza, etcétera.
Algunas mujeres se concentran en una actividad mental (una canción, un poema, etcétera) utilizando siempre un esquema de respiración.
Mientras te encuentres con tu acompañante deben practicar juntos la respiración y la relajación, a modo de práctica, para que en el momento del trabajo de parto estas técnicas sean positivas y surjan efecto.
@ Masaje y contacto
El effleurage es un roce ligero y rítmico en el abdomen, la espalda o los muslos. Puede ayudarte en la relajación y en el alivio del dolor cuando se realiza directamente sobre la piel, ya sea en un auto masaje o en un masaje efectuado por tu acompañante.
Algunas mujeres prefieren una presión extremadamente suave, con golpecitos, mientras que otras prefieren un contacto más firme.
Mientras te vas acercando al momento expulsivo puede que sientas que los masajes que antes te aliviaban ahora te molestan. Esto es normal, sólo hay que dejar que el cuerpo te diga lo que necesita.
Para los masajes se puede usar fécula o talco o aceite. El masaje y las respiraciones deben estar acompasados.
Otra forma efectiva de masaje consiste en una presión firme en la zona baja de la espalda durante las contracciones. Una de las técnicas se llama contrapresión y es muy efectiva para el dolor de espalda durante las contracciones. Su pareja aprieta un puño o la parte inferior de la mano sobre una zona determinada de la parte inferior de tu espalda o sacro. Durante el parto, tal vez quieras que tu acompañante haga presión sobre el hueso de la cadera para ayudarte a mantener el equilibrio. El punto exacto para hacer la presión que aliviará la zona dolorida varía de mujer a mujer y cambia a medida que el parto se acelera.
@ Baño ducha
El agua caliente es una maravillosa fuente de alivio para la mayoría de las mujeres durante el trabajo de parto. En general las contracciones resultan menos dolorosas. Debes preguntarle al médico si te autoriza a utilizar esta técnica.
En la ducha apóyate contra la pared o siéntate en una silla segura para descansar. Debes dejar que el agua caiga en la zona del cuerpo en donde sientes la molestia, este masaje resulta muy relajante y placentero.
No se recomienda el baño de inmersión si las membranas ya se han roto.
@ Frío y calor
El calor aplicado en la parte baja del abdomen, la espalda, la ingle o el perineo surte un gran efecto calmante. Las compresas calientes son simplemente toallas pequeñas mojadas con agua caliente, torcidos que se aplican en la zona a relajar. A medida que van perdiendo la temperatura estos deben ser cambiados.
El frío también proporciona un gran alivio, sobre todo si se aplican en la zona baja de la espalda durante el trabajo de parto o en el perineo después del parto
@ Movimiento
Es otra alternativa útil para utilizar en contra de las molestias ocasionadas por el trabajo de parto. Cambiar de posición con frecuencia: sentarse, ponerse de pie, apoyarse de manos y rodillas, caminar o ponerse en cuclillas ayuda a aliviar el dolor y puede contribuir a acelerar el trabajo de parto al agregar los beneficios de la gravedad. Si el trabajo de parto es lento, el estar en movimiento acelerará el proceso.
Debes utilizar las medidas de comodidad que tengas a mano. Al parto hay que vivirlo con placer… “no olvides nunca que este trabajo te lleva a encontrarte con tu bebé y a poder alcanzar con tus manos este sueño tan deseado”.
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