El martes por la tarde todo transcurría tranquilamente en la Guardia del servicio de urgencias y emergencias 107 de la ciudad de Villa María, hasta que un llamado alteró los esquemas de esa tranquilidad.
“Estaba auditando algunas cosas, haciendo control de la situación del día y pasadas las 18 recibimos un llamado de una mujer pidiendo auxilio para su vecina que tenía contracciones, posiblemente embarazada”, contó Gabriel Giménez, enfermero profesional del Corpus.
“Tres minutos y medio después recibimos una segunda llamada por parte de la misma vecina, quien nos avisó que la mujer había roto bolsa y que el bebé ya estaba por nacer. Ante eso activamos el servicio desde la base de Sarmiento y ruta pesada y mientras nos dirigíamos al domicilio, en la calle Traful de barrio Los Olmos, la vecina nos avisó que el bebé definitivamente ya estaba naciendo”, añadió el trabajador de la salud.
Preocupado por la situación, cuando el equipo de trabajo llegó al domicilio, Giménez contó que “era una casa muy precaria en la que no había luz, solamente había un televisor funcionando. Allí estaban la mamá, Norma Pacheco, junto a sus seis hijos, y Benjamín, quien acababa de nacer en el baño, unidos por el cordón umbilical”.
“Apenas vimos al bebé, estaba hipotónico, no tenía tono muscular y estaba helado. Por eso una las paramédicas agarró a Benjamín y se dirigió para el lado de la cama, mientras su madre corría por detrás debido a que estaban unidos por el cordón umbilical. Allí atendimos al bebé, lo secamos, lo aspiramos, iluminados solamente por la luz que emitía el televisor”, apuntó.
Pasados los momentos más críticos, el enfermero relató que “trasladamos al bebé, ya en buen estado, hacia el Hospital Regional Pasteur. Una vez que lo recibieron allí nosotros salimos por un lado contentos, pero por otro tristes, debido a las necesidades que seguramente tendría ese bebé”.
“No nos podíamos quedar con los brazos cruzados, así que pasamos por una florería y compramos un ramo de flores para la mamá y luego pasamos por un negocio llamado ‘Mi mamá me mima’, donde elegimos un conjunto de ropa para Benjamín. Juntamos plata entre todos, volvimos a ese comercio y nos encontramos con la hermosa noticia que desde ese local iban a regalarle más ropa al bebé”, concluyó Giménez.
Esa fue la historia que también involucró a Victoria Rubiano (recepcionista y enfermera profesional), la doctora Paola Rendici, Maximiliano Maurino (paramédico) y Claudia Fernández (paramédica), todos ellos ángeles que se cruzaron en la vida de Benjamín para darle la mejor llegada al mundo posible.