Se conoce como Sierras del Sur a la región montañosa ubicada en el suroeste de la provincia, en las adyacencias de Río Cuarto y su zona de influencia. No resulta casual, entonces, que la mayoría de los turistas que visitan el área provengan de la citada urbe. Son esos que se creen mucho por vivir en la segunda ciudad de Córdoba. Pobres, no se dan cuenta de que lo importante en la vida no son las cantidades ni las posiciones, sino vivir en la tercera ciudad de Córdoba.
Amén de aquello, las Sierras del Sur carecen de la fama de otros puntos turísticos de la provincia. Con todo, tienen con qué atraer al visitante. Se trata de un territorio sumamente encantador, de tenues cerros y colinas, interminables horizontes, ríos, arroyos y bosques, que conforman un portafolio de bucólicos paisajes. Allí, los días pasan lentos, los cielos andan soleados y las viejas dicen “salgan de ahí, mocosos de porquería, que acabo de baldear la vereda”, porque son tan odiosas como las de acá.
Referentes de la región son localidades como Achiras, Las Albahacas o Alpa Corral, entre otras. Lugares muy especiales, donde la pureza del ambiente se mezcla con el espíritu autóctono de su gente. Las callecitas, muchas de ellas de tierra, todavía ven pasar a algunos gauchos montando a caballo. Hay quienes aseguran que también pasan caballos montando a gauchos, pero son fuentes tan poco confiables que mejor no hacerles caso.
Por todo lo dicho, bueno sería darle una oportunidad a estas Sierras del Sur y dedicarles una visita. O gambetear el consejo e irse a Carlos Paz por trigésima séptima vez a ver cómo anda el Cu-Cú.