No dejó lugar a dudas. Su andar fue contundente y preciso, transformándolo en un justo campeón. De esta manera, Rivadavia de Arroyo Cabral pudo alcanzar aquello que venía siendo esquivo en los últimos años: la vuelta olímpica. Entonces el verde festejó, explotó, se descargó tras el pitazo final de Julio Fernández, para unirse en la celebración con cada uno de los fanáticos que se llegaron a Plaza Ocampo, para gritar campeón.

Pero sin lugar a dudas, esta criatura futbolística tiene un padre, alguien que lo gestó desde su pensamiento y sus convicciones. Esa persona se llama Marcelo Santoni, aquel que vivió una vez más el encuentro decisivo, con las pulsaciones a mil, al estilo Santoni, para luego desatar una corrida “alocada” hacia los suyos, con los que se fundió en un fuerte abrazo, un abrazo interminable. 

Luego, a la hora de dialogar con EL DIARIO, expresó: “Esto es increíble, es todo mérito de mis jugadores que demostraron que son los mejores, porque le ganamos una gran final a Alem, y eso significa mucho”, inició el DT.

“Fue una serie muy dura hasta el último minuto, donde Rivadavia supo cómo jugar cada minuto, por eso los chicos se merecen todo este festejo con la hinchada, por lo que acaban de lograr. Hoy (por ayer) se nos complicó algo con las expulsiones, pero esto era una final y no podíamos regalar nada, gracias a Dios los muchachos lo entendieron así”, expresó.

Para agregar finalmente: “Esto es fruto y mérito de un trabajo que se inició en el verano con el torneo provincial, ahí iniciamos esta idea, por eso yo le agradezco a la gente de Rivadavia que confió en mí, para llevar adelante lo que hoy se corona con un campeonato”, concluyó el técnico.

Claro que los pupilos de Santoni también explotaron de felicidad, al ver que el título era una realidad. Uno de ellos fue Pascual Gudiño, que muy emocionado dijo: “Ver a la gente festejar de esta manera es algo increíble, todo el esfuerzo de un campeonato entero se corona de la mejor manera, como soñábamos cuando iniciamos este camino. Además, vencimos a un gran rival, que dignifica lo logrado, por eso hay que disfrutar”, finalizó el defensor. 

Franco Rojas también entregó sus sensaciones en medio de los festejos: “Creo que fuimos los justos campeones, porque a lo largo del torneo y en esta final lo demostramos. Es una emoción muy grande por el grupo que se formó y por todo lo que trabajamos para llegar a éste día, estoy muy feliz”, cerró el volante.

Quien lo vivió de una manera especial fue Franco Santoni, ya que cumplió el sueño de festejar, en Plaza Ocampo, un título con su padre: “Estoy muy emocionado porque se dio lo que todos queríamos, dar la vuelta. Fuimos primeros en la zona, ganamos todas las llaves y no dejamos dudas en la final. Venimos trabajando desde el torneo provincial, con la mente puesta en que este año teníamos que festejar, por suerte se nos dio”, cerró el juvenil mediocampista.

Especial fue también para Rodrigo Santoni, ya que logró su primer título tras el regreso a la Liga Villamariense: “Fue una serie muy complicada y reñida, en donde tuve muchas posibilidades de gol pero no pude liquidar, igualmente prefiero lograr esto antes que convertir, estoy agradecido por el plantel que me toca compartir”, sentenció el goleador.