El cordobés Julio Fernández quiso llevar las riendas del partido con amonestaciones impecables en el primer tiempo. Y en el complemento debió expulsar por agresiones sin pelota.
De las cuatro rojas que exhibió el árbitro, la más discutible fue la de Federico Ferrer, quien si bien bajó a su rival desde atrás, no pareció hacerlo con intención.
Más allá de esto, Fernández tuvo una correcta labor, adicionó el tiempo que ameritaba sobre el final y terminó el encuentro sin problemas.
Cumplió.