Una vecina jubilada llamó a nuestra Redacción para relatar una “situación desagradable” que vivió el lunes por la mañana en el Banco Macro. “Apenas entré, un policía joven me pidió de mala manera que me sacara el gorro, la bufanda y los anteojos (que son recetados), diciéndome que era una orden, pero no me mostró dónde estaba escrita. Sólo pido un poco de respeto para nosotros, los viejos”, agregó.