Las etiquetas de cigarrillos, que contienen imágenes que advierten de los daños que causa el fumar en la salud, no habrían tenido un efecto en las ventas.
De acuerdo a un recorrido que realizó EL DIARIO ayer por diversos quioscos situados en lugares de mucha concurrencia, las advertencias sobre los peligros del fumar no amedrentaron a los consumidores. Los consultados coincidieron en que, si bien hay personas que solicitan que se les vendan paquetes con ilustraciones que no sean “tan fuertes”, la mayoría compra sin hacer caso a ello.
Para la señora del quiosco del Bar Argentino, la venta no disminuyó. “Mirá la cantidad de paquetes que tenemos para vender”, le exhibió a este cronista, mostrándole lo que había detrás del mostrador, decenas de atados.
Gisela, de la estación de servicio Shell de Santa Fe y General Paz, precisó que no hubo merma de la venta. Contó que sólo un cliente dejó de fumar. “Fue cambiando de marca hacia aquellas que todavía no tenían las imágenes en las etiquetas, hasta que se quedó sin opción, porque todas se fueron sumando a esa medida”, contó.
En la estación Esso de Alem y Santa Fe, Carolina Ferreyra concordó con los demás entrevistados. “Compran igual, yo creo que no repercutió en nada”, respondió a este matutino. “Hay algunos que piden imágenes menos chocantes. Yo que soy fumadora, no lo miro”, confió. Y dijo que no conoce a nadie que haya dejado este hábito por tal circunstancia.
En la peatonal está Todo Golosinas. Allí, Verónica afirmó que quienes son fumadores compran igual que antes. Y que “son pocos los que piden elegir una etiqueta que no tenga una ilustración tan fuerte”.
“Hay a quienes les da impresión, pero son pocos”, aseveró.
Un hombre que se encontraba en el local consideró: “Creo que le causa más impresión al no fumador que a quien fuma”.
En el bulevar Cárcano casi Tucumán, hay un quiosco desde hace muchos años, El Pucho. Allí, Gustavo también tuvo una mirada coincidente con los otros consultados. “La gente sigue fumando igual”, dijo, basado en las ventas.
No obstante, contó que hay tres atados en particular que causan cierta distancia en los clientes, que piden otros. Uno contiene la imagen de un bebé con la leyenda “El tabaco daña el desarrollo de tu bebé”; otro muestra a una mujer internada con la inscripción “El consumo de tabaco provoca infartos” y el tercero incluye un rostro que exhibe un estado terminal: “Cada cigarrillo deteriora tu capacidad pulmonar”.
Las ilustraciones y leyendas se dan en el marco de las exigencias de la Ley Nacional de Control de Tabaco (Nº 26.687), que fue sancionada el 1º de junio de 2011.
Desde entonces, la mitad inferior de una cara del envase debe estar ocupada con una imagen que ponga en foco los riesgos del tabaco, y la mitad de la otra faz, con una leyenda sanitaria.
En el costado de la etiqueta se incluye la línea telefónica gratuita del Ministerio de Salud para solicitar ayuda para dejar de fumar (0800-999-3040).
Las diez ilustraciones utilizadas fueron seleccionadas de un banco de imágenes del Mercosur, con el objetivo de desalentar el consumo.
El fumar causa cáncer, enfisema pulmonar, impotencia sexual y enfermedades cardíacas y respiratorias. Además, la embarazada que fume provoca daños irreparables a su hijo.