La concejala del Partido Villamariense Escindido Social Cristiano, Georgina Etchegaray, presentará un proyecto para que desde el Ejecutivo Municipal se cree el programa “agricultura urbana”.
La edil explicó que se trata de una iniciativa para que en los terrenos baldíos de la ciudad se desarrollen huertas, entendiéndolas como emprendimientos agroproductivos implementados por particulares, como una estrategia de subsistencia.
Etchegaray precisó que las huertas sociales pueden desarrollarse en terrenos de propiedad del municipio o de particulares, mediante convenios suscriptos a tales efectos.
El proyecto contempla que mientras dure la cesión del terreno, el inmueble pueda estar exento del pago de cualquier contribución que recaiga sobre el mismo, como una forma de estímulo para los propietarios.
“El programa debería incluir, como mínimo, capacitación para las personas o núcleos familiares beneficiados, provisión de semillas y herramientas para el laboreo, gestiones ante la Cooperativa de Agua y EPEC para los servicios necesarios”, consideró la concejala.
A la vez, el municipio podría suscribir convenios con empresas o instituciones, públicas o privadas, para la puesta en marcha del programa y a los fines de su publicidad, habilitando lugares para la comercialización de las producciones orgánicas.
Para resolver necesidades
“Incorporar la Agricultura Urbana y Periurbana (AUP) agroecológica a nivel local tiene un impacto positivo sobre el modelo de ciudad, sobre su planificación y sobre una mejor gestión del ambiente urbano, permitiendo superar la visión fragmentaria de que urbanizar es simplemente edificar. La inclusión de la AUP en el modelo de ciudad significa readecuar el territorio para que se logre implementar en el proceso de urbanización, una estrategia integral de inclusión social destinada a grupos en situación de vulnerabilidad social, mediante el acceso a tierra vacante, ociosa, para fines productivos, que beneficie a la comunidad con espacios verdes de calidad y de los productos que la misma genera”, expresa el texto del proyecto.
“Existen actualmente muchos baldíos que no sólo corren el riesgo de convertirse en basurales, sino también de ser usurpados para asentamientos irregulares, que se encuentran totalmente inutilizados pudiendo hacerlos productivos para la ciudadanía y el ambiente”, agrega.
“La huerta es un medio apropiado para resolver necesidades relacionadas con la producción de la vida misma: alimentación y salud, y a esto se le suma una producción totalmente orgánica que propone restablecer el orden natural, respetando los ciclos biológicos de plantas, utilizando medios no agresivos de labranza y de control de plagas y malezas”, señala el proyecto en su fundamentación.
Finalmente indica que “hay ya antecedentes a nivel nacional e internacional en la ejecución de programas vinculados a esta temática, que consideran que la horticultura es una actividad posible de realizar en espacios reducidos, no se requieren grandes conocimientos técnicos, los ciclos de las verduras son generalmente cortos, por ende los resultados son rápidos y la implementación es sencilla, ya que sólo se necesitan tierra, semillas, elementos para cercar y fundamentalmente el trabajo de la gente”.