Edicion: 2015-07-01
Hoy en Tapa de Papel | Ediciones Anteriores
NOTICIAS SUPLEMENTOS SERVICIOS CONTACTO QUIENES SOMOS
Portada  »  Opiniones  »  Noticieros contraindicados, no sólo para niños
26 de Julio de 2013
Puntos de vista
Noticieros contraindicados, no sólo para niños
Compartir Compartir Imprimir

 

Escribe: Osvaldo Iachetta (*)
 
Tañe la campana a las 12 en punto, formación y a casa. El portafolios en una silla y el delantal en el respaldo, una pasada fugaz por el baño y a la mesa. Lunes de puchero; los martes, polenta; miércoles de hígado a la sartén con puré; los jueves: mondongo, y así, como un mandato previsible, la comida de cada mediodía. En la punta de la mesa, mi viejo; y en la otra, un Stromberg Carlson a válvulas, blanco y negro, que en su inestable pantalla mostraba al impasible Tito Bosch y a un Víctor Stasyszyn de jopo rubio que leían las noticias en una cadencia previsible y aburrida. 
Ismael Toledo aportaba modosidad y Carlos Revello, tras un perfil adusto como indicio de profesionalidad, narraba “los sucesos más importantes de la jornada”. Revello era docente y servicio de inteligencia que reportaba al Tercer Cuerpo bajo el mote alfanumérico S-17. 
En los noticieros, con Sergio Villarroel de movilero, vimos el labio leporino de Onganía, el Cordobazo, el Prode de Negrete, El Viborazo, las urnas “bien guardadas” de Lanusse, Trelew, la vuelta del Pocho y Vietnam. 
Repasando lo que fue, mal podríamos decir que verlo por la tele nos hizo mejores, y en todo caso nos convoca a pensar en una comunicación que integre, que invite a ser parte de una construcción que asigne un lugar para cada uno de nosotros.
En nuestros días, un cartel avisa que los contenidos del informativo pueden no ser aptos para chicos y sobrevuela, desmesurada, la sospecha de que esta veda les impide apropiarse de una realidad supuesta, asentada en una sospechada agenda. Herederos de un formato que ya no es tal, los informativos televisados actuales se parecen más a un show montado para defender negocios, construir asonadas o dar protección, según convenga. Promueven otros negocios de la empresa, exacerban la frivolidad o hurgan en la vida privada de las personas, sin medir impactos. Si a eso sumamos que un cartelito precautorio les otorga una venia para agraviar a infantes, nos vemos impelidos a repensar los espacios informativos televisados.
La AFSCA señala que se debe prevenir sobre contenidos que podrían ser agresivos para pibes, pero la ley señala que de 6 a 22 horas los envíos deberán ser aptos para todo público. Los medios prefieren colgar un mensaje y dar rienda suelta a exabruptos que no sólo agreden a infantes o adolescentes, impactan a cualquier espectador sensible. La cobertura del crimen de Angeles Rawson debería figurar entre los registros más oprobiosos de la TV criolla.
Prendo la tele. El entrevistado responde una requisitoria para que se luzca y no hay repregunta. Cambio de canal: en un acto de campaña electoral en Ecuador un joven empuña un machete y masacra a varias personas. Clic: un motociclista debajo de las ruedas de un camión, y en el cierre, una turba que cree hacer justicia por mano propia, son noticias destacadas para este boletín. Los medios avisan, y no por ello están a resguardo de traiciones, previenen a los mayores que los contenidos no son aptos para niños y de ese modo agreden a quienes cree inmunes a mensajes de lesa información. 
De paso, cuando las informaciones abordan episodios que tienen a jóvenes infringiendo normas o códigos, con una liviandad que pasma, los refieren como delincuentes, lacras, “incipientes agresores” o el, en apariencia objetivo, “menor”, término que referido a niños, remite a un trato peyorativo y discriminatorio, desusado desde que se reconocen como sujetos de derecho y no de tutela.           
Está bien advertir, pero sería mucho mejor aún producir un envío noticioso que pudiera ser visto por cualquier persona, más aún: debiera ser fuente para encender diálogos en el seno de la familia. Vivimos en una sociedad mucho más inclusiva, que se animó a dar debates que llevaban décadas de postergaciones, alimentados por prejuicios, ignorancia y desprecio, y en eso los medios no fueron meros actores de reparto, antes y ahora. Muchos de esos pibes están habilitados para elegir representantes y es tarea de una sociedad que ha sufrido mucho hacer que el acceso sin trampas a la información sea parte de la construcción de su conciencia y, luego, de una actitud comprometida con valores democráticos. 
 
Tele prudente, diálogo presente
 
Antes, los tabúes alimentaban futuras represiones, verdaderos nudos gordianos que nos quitaron capacidad de empatía; así y todo, una criminal dictadura se abatió sobre lo más sensible y comprometido de nuestra generación. Sólo una alta capacidad de resiliencia pudo alumbrar camadas de pibes que manifiestan sus reclamos de otro modo: tienen un marcado aprecio por la libertad y aunque parecen indolentes, crean solidaridades de un nuevo cuño. Se apropian, producen y difunden contenidos, agregan valor y los comparten, esfumando los contornos de la propiedad y es por ello que la vigilancia y el control excesivo son parte de una ineficiente receta. Promover noticieros vedados para pibes en un contexto donde señales comparables llegan a teléfonos, ordenadores y redes compartidas parece más una pose que busca gambetear la realidad. 
Vivimos tiempos de curso bravío, las nuevas tecnologías han colocado a los medios de comunicación en el centro del escenario y su omnipresencia reclama que le asignemos un sitio, devenido del diálogo y los acuerdos con los chicos. 
Nos estamos dando cuenta. El relato informativo fluye desde una máscara a la que se le nota el hilo que la sostiene, y blande una mueca rígida que la delata. Hasta que caiga la careta es necesario abonar otras prácticas: hábitos construidos por horarios y contenidos, por un lado; y socialización de las experiencias de recepción, por otro, son senderos de esa comunión sustentada en valores. Los gestos, acciones y decires compartidos en casa, escudriñando intereses, constituyen el tamiz que permitirá a los niños adoptar criterios propios en la interacción comunicativa, tanto como receptores, divulgadores o emisores. 
Los medios son parte de nuestras vidas y deben integrarse con armonía a la construcción de la aventura humana que sucede cada día, en aulas, vecindarios, clubes y en familias de constitución diversa. 
Por las dudas, y ante cualquier sospecha de que sobre esta modesta reflexión cabalgue la peregrina idea de fiscalizar contenidos, esto no tiene que ver con agendas o partidismos ni con oficialismos circunstanciales o crónicos opositores. Simplemente convoca a quienes promueven envíos informativos a producir mensajes que no reclamen inoculaciones para nadie, menos aún para quien hoy es un niño, niña o adolescente, y deseamos que mañana sea un diente de engranaje de una Argentina digna, que tenga sitio para todos.   

 
(*) Lic. en Comunicación, docente e integrante de la AFSCA Córdoba

 

Otras notas de la seccion Opiniones
  • Escriben los lectores
  • Escriben los lectores
  • Una historia, entre tantas
  • Los lectores también escriben
  • Lamentable


  • Humor
    Noticias » Locales » Regionales » Policiales y Judiciales » Deportes » Culturales » Especiales » Opiniones
    Suplementos » Tiempo de Salud » Arquitectura » Horas Libres » Rural » Cultura » Viajes »
    Archivo formato anterior » 2001 » 2002 » 2003 » 2004 » 2005 » 2006 » 2007 » 2008
    Servicios » Fúnebres » Clima »
    REPORTÁ UNA NOTICIA

    Si tenés una noticia comunicate
    E-mail: lector.escribe@eldiariocba.com.ar
    Teléfono: 0353-4523976 (Redacción)
    PUBLICIDAD

    E-mail: publicidad@eldiariocba.com.ar
    Teléfono: 0353-4523976 (Publicidad)
    Celular: 0353-154199702
    NUESTROS DATOS

    El Diario del Centro del País es editado por la Cooperativa Comunicar en Periodistas Argentinos 466/474, ciudad de Villa María, República Argentina
    Teléfonos: 0353-4523976 y 0353-4613126
    E-mail: eldiario@eldiariocba.com.ar

    Copyright 2008-2024 Cooperativa Comunicar.   WfxGroup - Administracion de publicidad para sitios de alto trafico - Villa Maria - Cordoba WfxGroup - Diseño y programacion Web - Villa Maria - Cordoba