Haz lo que yo digo, pero no lo que yo hago, es un dicho tan viejo como la injusticia.
A nadie le cabe duda alguna que nada es más eficiente, creíble y didáctico que predicar con el ejemplo. Así es como se hace todo lo contrario desde la órbita de la temida e inflexible grúa que traslada a los vehículos al corralón privado que tercerizó la Municipalidad. Por cualquier cosa, por pequeña que sea la contravención, incluyendo la falta de chapa patente, todos los días la "Muni" y la empresa beneficiada con el "servicio" genera suculentas multas a los usuarios y las molestias que originan el despojo de un bien de trabajo tan necesario como los vehículos automotores. Pero la grúa es la primera contraventora, toda vez que carece de la patente trasera. ¿O la foto tomada a las 18.20 del viernes último en calle Santa Fe frente a la Plaza Centenario miente?