El paro se sintió ayer en la ciudad, dato que la medida de fuerza contra la ahora ley de jubilaciones tuvo un alto grado de acatamiento.
En las escuelas, la adhesión fue casi total, a excepción de algunos institutos privados que casi nunca participan de la vida gremial de la UEPC.
La Municipalidad, directamente cerró sus puertas y no hubo atención al público.
En EPEC, como viene sucediendo desde el viernes 19 de este mes, la inactividad fue total en lo que hace a la atención al público. Aquí se vienen manteniendo guardias mínimas.
Lo mismo ocurrió en el Hospital Pasteur. Allí, los trabajadores nucleados en distintos gremios y en la gremial hospitalaria acordaron un paro sin asistencia a los lugares de trabajo, conservando la actividad de la guardia y la atención a los internados. No hubo consultorios externos.
En el Banco de Córdoba, adhirieron a la medida. Esto se vio particularmente en las sucursales de Villa María aunque la de Villa Nueva contó con algún personal que asistió al lugar de trabajo.
El que se sumó a la protesta fue el gremio de los trabajadores judiciales, que ayer abandonaron sus tareas al promediar la mañana.
Con este panorama, se puede afirmar que el paro tuvo un alto grado de acatamiento en la ciudad, que anteayer fue escenario de una de las protestas más importantes de la provincia.
Esto ocurrió por los cortes de dos accesos a la ciudad, con trabajadores de Luz y Fuerza de cinco seccionales de la región -incluida Villa María- apostados en la ruta 9, a la altura del Parador y en la 158, cerca de la autopista, a la altura de la subestación transformadora.
Luego se manifestaron frente a la casa del legislador provincial Marcelo Frossasco, arrojando bombas de estruendo a la vivienda del barrio Malvinas Argentinas de Villa Nueva.