Todavía hoy, el tema de cómo abrigar al bebé y la ropa que debe llevar sigue siendo un tema de discusión, en especial con las generaciones anteriores. Muchas madres tienden a abrigar a los niños de forma exagerada, pero esto puede resultar incluso peligroso para los pequeños.
Cómo abrigar al recién nacido hasta los 3 meses
Los recién nacidos no cuentan con grasa en su cuerpecito, apenas se mueven (lo que generaría calor) y su sistema de termorregulación todavía no funciona correctamente, por lo que es conveniente abrigarlos bien. Sin embargo, esto no significa que haya que ponerle una cantidad exagerada de ropa, ya que puede ser contraproducente: si se abriga demasiado al bebé, se corre el riesgo de que su cuerpo llegue a hacer febrícula: una fiebre causada por el exceso de calor. Un exceso de abrigo es responsable de buena parte de la fiebre que sufren los recién nacidos, ¡más incluso que las infecciones!
Con los neonatos hay una regla muy simple, y es que lleven una capa más de lo que llevan sus padres en ese momento, aunque si hace mucho calor no es necesario. Es buena idea tocar la frente o el cuellecito del bebé: si están demasiado calientes o sudando, hay que quitarle algo de ropita.
Los días soleados o calurosos hay que tener en cuenta que la burbuja de plástico de los cochecitos puede crear un “efecto invernadero”. Aunque parezca que los bebés duermen pacíficamente se debe prestar atención, ya que tal vez el pequeño tiene tanto calor que no tiene ganas de moverse, y se ha adormecido.
Cómo abrigar al bebé a partir de los 3 meses
Desde los tres meses, los bebés ya regulan mejor la temperatura y empiezan a tener un poco de grasa corporal, lo que hace que mantengan una temperatura más estable. Desde este momento ya se puede aplicar la norma de que el bebé lleve unas prendas de abrigo similares a las de los padres, o como mucho una prenda fina de algodón más.
Para hacerse una idea, cuando se sale a la calle hay que imaginar cómo nos sentiríamos nosotros con la ropa que llevamos, metidos en un cochecito y con una manta encima. Si esta imagen provoca calor, sin duda el pequeño también lo tendrá, pudiendo sudar. La transpiración es peligrosa en el bebé, ya que además de deshidratarlo con mucha rapidez (mucha más que a los adultos) moja la ropita, y con cualquier brisa de aire fresco el pequeño sentirá mucho frío.
Consejos para la ropita del bebé
Es mejor que sean sencillas de poner y quitar, con objeto de poder cambiar al niño con más rapidez; esto es especialmente importante en invierno para evitar los cambios bruscos de temperatura.
Las prendas estrechas impiden al niño moverse con libertad, son incómodas tanto para él como para los padres, al ponérselas y quitárselas. Lo mejor son las prendas con cintura elástica para facilitar el cambio de pañal, evitando las costuras y los botones todo lo posible. Además, se deben escoger prendas de fibras naturales antes que artificiales, ya que tienen un tacto más agradable y dejan que la piel transpire mejor.
Cómo saber si el bebé siente frío
Para que los padres puedan saber si el bebé siente frío hay varias cosas a tener en cuenta. Por ejemplo, una señal es que alguno de los padres sienta frío teniendo puestas prendas similares a las del bebé; en ese caso, es muy probable que el bebé también lo tenga.
También se puede descubrir porque el mismo pequeño lo indicará, ya que un bebé con frío estará inquieto, respirará con más rapidez y puede llorar. Tocarle el cuello y la cabeza también puede dar señales de la temperatura del bebé.
Centro Integral de Preparación para el Parto
Patricia Rodríguez de Vodanovic
Lic. en Educación Física, Kinesiología y Fisioterapia
MP 5215
rodriguezpatriciac@hotmail.com