Es la vicedirectora de una de las instituciones de Nivel Medio más populosas de la ciudad, el Colegio Nacional. Susana Acevedo lleva años trabajando con adolescentes, y hoy es una de las conductoras de este tradicional secundario. Entrevistada por EL DIARIO en su despacho, no dudó en asignarle responsabilidad a la escuela en educar a los adolescentes para que cuiden sus vidas y las de los demás cuando circulan por las calles, y fue enfática al sostener que no hay que cargar tintas sobre los menores de edad, porque “somos los adultos los que algo habremos hecho mal para que esté ocurriendo todo esto”.
El disparador de la charla fue el siniestro vial que el sábado pasado le costó, en la costanera local, la vida a un policía papá de cinco hijos.
-¿Cómo atienden la problemática del tránsito desde la escuela?
-“En 2012, se acercó a nuestro establecimiento (Jorge) Mulinetti, de la Municipalidad de Villa María, interesado en que la escuela participara de charlas de educación vial. La idea estaba buena. Queríamos que en un futuro los alumnos más grandes instruyeran en la temática a los más chicos. Nuestra preocupación es, en mayor medida, la salida del turno tarde, porque en invierno ya es de noche y muchos circulan en contramano, en bicicleta y algunos en moto. Sin embargo, pese a que nosotros abrimos las puertas a esta idea, nunca se concretó. Nos notificaron la propuesta y después quedó en la nada”.
-Puntualmente no hay una currícula que aborde la educación vial...
“La institución tiene tantos planes y proyectos encaminados... Pero esa es una asignatura pendiente. Y es necesaria una formación respecto a las normas de tránsito. Los alumnos se suelen asustar cuando ven un procedimiento de inspectores, pero temen por los papeles y no piensan tanto en cuidar por sus vidas y las de los demás. Pero no es algo exclusivo de ellos, muchos adultos actúan así también”.
-¿Por qué cree que sucede esto?
-“El respeto a la vida no está internalizado. Pero los chicos son el reflejo nuestro”.
-¿Los chicos creen que no corren riesgos?
-“Esto es propio de la adolescencia”.
-¿Ha notado que se acentuó esa omnipotencia?
-“Sí. Presumo que se ha dado también por el uso masivo de la moto. En otras épocas no había tantos adolescentes con sus motos, hoy es más común, hasta con auto incluso”.
El papel del colegio
-¿La escuela tiene responsabilidad en estas faltas?
-“Sí, la educación vial tiene que ser parte de la formación. Debería ser bajado desde el Ministerio, así como pronto se presume que habrá educación sexual integral. Actualmente no hay ninguna asignatura. Y si algún docente la incorpora, es por casualidad. Considero que desde primer año se debería abordar... pienso que incluso en el Nivel Primario. La escuela tiene responsabilidad y nos deberíamos hacer cargo de esto”.
-¿Y los padres?
“Creo que no tienen la real conciencia. Hay una falta de cuidado, y hoy vemos que muere una persona por la imprudencia de menores. Pero todo lo que les pasa a los chicos siempre es una responsabilidad del adulto que está detrás”.
-En Internet, muchísimos usuarios villamarienses responsabilizan y castigan con duros términos a los presuntos responsables del hecho del tránsito que le costó la vida al sargento Julio López. ¿Qué mirada le despierta esta actitud de una parte de la ciudadanía?
“Correrse del hecho es querer desligarse de una responsabilidad que tenemos los mayores. De los actos que cometen los menores somos los adultos los responsables. Incluso yo me pregunto hasta qué punto podemos pensar que estos adolescentes son conscientes. Y no quiero hablar del hecho en particular sino en general, pero cuántas veces vemos que sacan el auto de los padres o de alguien. Ese adulto no cuida que eso no ocurra, no toma las medidas. Por eso digo que por acción o por omisión, no se evitan estos sucesos. Por qué se pelean, por qué se drogan, por qué se agreden: siempre hay algo detrás. Estoy segura que en algún lugar nos estaremos equivocando los adultos.
A veces hablo con padres que dicen que no sabían que su hijo consumía drogas. Todos lo sabían menos ellos. Entonces, no habrán mirado muy de cerca al chico. Es más fácil no darse cuenta”.
Susana Acevedo no dio vueltas. Ante cada pregunta, contestó con franqueza y convicción. Se la notó interesada y preocupada por el flagelo del tránsito, y se expresó con compromiso. Incluso, apuntó hacia el Estado con reproches: “Hemos pedido que vengan inspectores de tránsito a las 13.30, porque no hay control y muchos circulan a contramano. Muchas veces temo que un auto que venga circulando por la Mariano Moreno doble por Santiago del Estero y provoque una tragedia, porque se va a encontrar con adolescentes andando por la calle en contramano. Sin embargo, nunca nos mandaron a nadie. Parece que hay que ser de una escuela privada para que lo hagan”, se lamentó.
Diego Bengoa