El viernes pasado se llevó a cabo la inauguración simultánea de dos muestras en el primer piso del Museo Bonfiglioli. En la sala de exposiciones, el artista riocuartense Fabián Martinetto presentó una veintena de grabados (xilografía), con fuertes contrastes en blancos y negros y una temática común: la trata de personas y la mujer como objeto. Como dato peculiar, el artista contó que trabaja sobre madera fibrofácil frente a un espejo para luego calcar sus obras y llevarlas al papel. En tanto, en la sala de Arte Joven, la artista Analía Godoy (oriunda de Pozo del Molle y radicada en Villa María) montó su instalación titulada “Somos luz que se apaga”, sobre un abordaje reflexivo sobre la muerte y el paso del tiempo. Como exempleada de un geriátrico, Godoy se inspiró en su experiencia personal para plasmar diferentes trabajos dentro de las carreras que cursara en la Escuela Superior de Bellas Artes y a exposiciones previas como la denominada “Mírame y verás lo que el tiempo hará contigo”. La muestra actual cuenta con cajas de vidrio revestidas por vinilos de fotografías que exhiben arrugas humanas y en cuyo interior se encienden y apagan cálidas luces. A modo de interpretación de la obra, el músico Conrado Vassia y la actriz Rocío Orozco recrearon entre las obras, con instrumentos ancestrales y la siembra simbólica de semillas, un movilizador ritual que aludía a nuestra inobjetable finitud.