Dirigentes de Cáritas Diocesana de Villa María observaron con reparo la idea del Gobierno local de lanzar una campaña denominada “No a la moneda”, la que tiene la intención de que la población no colabore con los jóvenes que limpian vidrios en las calles de la ciudad, con el fin de sacarlos de la vía pública para evitar que estén en riesgo. La secretaria de Desarrollo Social de la Municipalidad, Verónica Vivó, había dicho que buscarían incorporarlos a planes oficiales. Luego, uno de los chicos que limpia parabrisas desde hace nueve años, dijo a este diario que en la calle ganan mucho más dinero que lo que perciben quienes trabajan en el lavadero “Nuevo sol”.
Gilda Ibal, directora de Cáritas, admitió que la problemática “no es fácil y conlleva un trabajo de hormiga”. “Hay que pensar en propuestas, no podemos decirles que no pueden estar más en las calles sin propuestas contundentes”, declaró.
Contó las dificultades que existen para abordar, por ejemplo, la situación cuando constatan que hay alguien que está en un cuadro de indigencia. “Nosotros no podemos tomar la determinación de hacernos cargo de alguien que no tiene adónde vivir porque no tenemos la solución, por eso es importante un trabajo en red. En estos temas se hace necesario trabajar en conjunto”, resaltó.
Carola Gaido, de la misma entidad diocesana, por su lado, llamó al Estado “a sentarse con organizaciones diferentes y hacer una consulta a la comunidad” sobre el tema. “Debe darse un debate público”, consideró.
Y fue tajante cuando dijo que “hacer juicios de valor sobre si es riesgoso o no es riesgoso estar limpiando vidrios en la calle es hipócrita; hay que analizar cada caso en particular, porque depende de la hora y del lugar es riesgoso o no”. “Son actitudes hipócritas, cuántas personas trabajan en otros rubros pero es un empleo en negro, sin todos los derechos”, añadió.
David Ruiz, en tanto, compartió que “nadie debería estar en la calle pero también es cierto que el trabajo dignifica y algunos ven a esta actividad como un trabajo informal”. Por eso, propuso, “habría que ver la manera de llevarlo a la formalidad”.
El referente de la entidad diocesana hizo hincapié en la prevención “y en hallar una solución en red, trabajando con las familias”.
Gaido se sumó y recalcó que “el trabajo en red no es sólo cuestión de recursos sino de pensar los espacios de actuación y de abordaje” de distintas problemáticas sociales.
Según la Municipalidad, actualmente hay cerca de diez jóvenes que limpian vidrios en algunas esquinas emblemáticas de la ciudad.
Con el frío se ven menos chicos haciendo esta tarea, pero cuando empieza la época de calor crece la cantidad de pibes que se paran en algunos lugares durante horas para ganarse la moneda.