Desde 1974, el 11 de agosto se festeja el Día del Nutricionista en toda Latinoamérica, en conmemoración del nacimiento del doctor Pedro Escudero, médico argentino, pionero de la nutrición.
La nutrición es uno de los pilares de la salud y el desarrollo. En personas de todas las edades una nutrición mejor permite reforzar el sistema inmunitario, contraer menos enfermedades y gozar de una salud más robusta.
Los niños sanos aprenden mejor. La gente sana es más fuerte, más productiva y está en mejores condiciones de romper el ciclo de pobreza y desarrollar al máximo su potencial.
Un nutricionista es el profesional de la salud, experto en alimentación, nutrición y dietética. Se encarga principalmente del tratamiento nutricional de enfermedades, como por ejemplo diabetes, malnutrición, insuficiencia renal, enfermedad de Crohn, del tratamiento con nutrición artificial en centros sanitarios, prevención de patologías mediante la alimentación, participar en el tratamiento del paciente oncológico etcétera, además de adecuar la alimentación de cada persona a cualquier situación fisiológica, como embarazo, lactancia, ejercicio físico y otras muchas tareas, como intervenir en la gestión de control de calidad y seguridad alimentaria, el diseño y planificación de menúes adaptados a patologías en hospitales, clínicas o residencias de ancianos o en la intervención y desarrollo de actividades y políticas relacionadas con la salud pública.
Para tener presente
1- Comer por lo menos cinco porciones de frutas y verduras por día.
Una media taza de verduras cocidas, una taza de verduras crudas de hojas verdes, o una pequeña fruta entera cuenta como una porción. Las frutas y verduras contienen vitaminas, minerales y otras sustancias que pueden mejorar su salud e incluso prevenir enfermedades. Es difícil discutir los beneficios de una dieta rica en verduras y frutas: disminuye la presión arterial, reduce del riesgo de enfermedades cardíacas, problemas cerebrovasculares, y probablemente algunos tipos de cáncer, reduce el riesgo de problemas digestivos, y un efecto positivo del azúcar en la sangre que puede ayudarnos a mantener el apetito bajo control.
2- Realizar ejercicio con regularidad.
Una combinación ideal incluye ejercicios aeróbicos, entrenamiento con pesas, yoga, estiramiento, y actividades recreativas, tales como el baile y la natación. Tomarse un descanso y dar un paseo. Caminatas de 30 minutos 5 o 6 días a la semana ha demostrado tener profundos beneficios de salud. Caminar puede disminuir la hipertensión, bajar niveles de colesterol malo y ayuda a perder peso. Añadir una caminata a su rutina diaria le proporcionará grandes beneficios.
3- Reducir el consumo de las "malas" grasas.
Disminuye la cantidad de grasas saturadas y ácidos grasos trans o parcialmente hidrogenados en tu dieta. Las grasas saturadas se encuentran en productos animales como la carne y la mantequilla y alimentos procesados como manteca vegetal, algunos tipos de margarina, papas fritas a la francesa. Los alimentos procesados contienen ácidos grasos trans y los aceites parcialmente hidrogenados. Cocine con aceites de oliva y de canola. Evite botanas grasas como las frituras, en su lugar consuma almendras o nueces; estas semillas se ha demostrado que ayudan a reducir el colesterol.
4- Limitar tu consumo de azúcar.
El exceso de azúcar puede dar lugar a una serie de consecuencias importantes. El azúcar puede suprimir el sistema inmune y deteriorar sus defensas contra las enfermedades infecciosas. Puede alterar las relaciones de minerales en su cuerpo: deficiencia de cromo y cobre e interfiere con la absorción de calcio y magnesio, entre otros. Lee las etiquetas de los alimentos, busca y evita alimentos altos en azúcar.
5- Importancia del sueño reparador.
Un sueño reparador es esencial para una mente y un cuerpo funcional. Esto significa evitar el alcohol y la cafeína en la noche, que pueden interrumpir el sueño. Además, los alimentos azucarados antes de acostarse pueden afectar los niveles de azúcar en la sangre y perturban las ganas de dormir.
La falta de sueño también se ha relacionado con estrés, depresión, supresión del sistema inmune, y la obesidad. Ir a la cama a la misma hora cada noche. Apague la televisión, computadora o cualquier cosa que tenga luz brillante por lo menos una hora antes de acostarse.
Fuente: Instituto INEDI,
Villa María