El precandidato a diputado nacional de la lista del radicalismo Confluencia, Gustavo Bustamante, envió a nuestra Redacción una carta abierta al postulante del Frente para la Victoria Martín Gill con respecto a la pegatina de afiches que taparon los de la Unión Cívica Radical. El texto de la misiva es el siguiente:
"Aquello que llamamos nuestro deber no es más que la libertad de los otros: es la libertad nuestra la que paga el respeto que debe a la libertad de los otros…" (Juan Bautista Alberdi).
¿Por qué Martín? ¿Había necesidad? ¿O es parte de tu forma de entender las diferencias? ¿Acaso es una demostración de fuerza o poderío? ¿O una señal de lo que pensás hacer con las opiniones que no te gusten?
Hace un tiempo ya se decidió acertadamente limitar los tiempos de campaña para que no hubiese tanta diferencia entre los partidos con más recursos económicos, en el mismo sentido también se decidió igualar los espacios publicitarios en medios audiovisuales y, además, se decidió penalizar a todo partido que hiciera pintadas o pegara afiches en lugares no autorizados, estas medidas son a nuestro juicio correctas y como tal creemos que deben ser respetadas.
Pero la campaña política bien entendida no es un mero coqueteo publicitario que trata de vender un producto al mercado, la campaña política es difusión de ideas, de propuestas y alternativas. Un afiche de campaña es, en definitiva, una opinión o un mensaje que un partido político emite al electorado para que éste tome la mejor determinación posible.
Tapar artera e ilegalmente un afiche de campaña con uno de otro partido no es una avivada risueña del folclore político, no se trata de un acto de pillaje risueño, sino que es una muestra clara de la importancia que le da a las diferencias aquel que comete el atropello.
Porque aquel que pretende tapar un mensaje por otro en un cartel es el que, cuando dialoga, habla a los gritos o interrumpe porque no le interesa lo que el otro tiene que expresar.
El que tapa un mensaje en un cartel es el que no respeta lo que el otro pueda pensar, porque cree que sólo vale lo que él está pensando.
La campaña política es expresión
El que manda a otras manos a tapar un cartel para poner el propio encima es capaz de mandar a esas mismas manos a callar al que opina diferente. La campaña política necesita del ejercicio de la libertad de opinar, de expresar y la expresión no debe ser acallada.
La campaña política es expresión, de principio a fin. Al inicio de ésta y mientras transcurre, son los candidatos los que se expresan y opinan para que, al final, se produzca la máxima de las expresiones, la que convalida todo nuestro sistema de vida como sociedad democrática y es el voto del soberano. El voto es una forma de expresión y si hay alguien a quien no le interese o no respete las diferencias es muy probable que también intente tapar o cambiar una expresión de voto que no le guste por la suya propia.
Martín, sabés bien que esto ya ocurrió una vez y fue nada menos que un funcionario del Gobierno que representás al que se descubrió delinquiendo de esa forma; ese funcionario hoy es hombre de confianza de la universidad que dirigiste, las malas costumbres son difíciles de erradicar.
Nos preocupa Martín, nos preocupa lo que vaya a suceder a la hora de votar si éstos son los antecedentes y tenés a Otto Wester planeando la fiscalización de la elección.
Nos preocupa porque no hacía falta Martín, porque siendo oficialista siempre tendrás ventaja publicitaria en la campaña, no es casual que empiece el Fútbol para Todos, con su enorme propaganda oficial, en la semana previa a la elección.
Nos preocupa Martín, porque somos jóvenes y seguramente nos vamos a encontrar muchas veces en el futuro en otras campañas con ideas diferentes.
Nos preocupa Martín, porque hacés del diálogo tu principal motivo de campaña y en realidad demostrás que sólo querés un monólogo.
¿Porqué lo hiciste Martín? ¿Había necesidad?”.