Una amiga de Soledad Salguero declaró ayer que horas antes de ser asesinada, la joven le contó que “no quería volver” a la vivienda que ocupaba en barrio Lamadrid “porque tenía miedo que Hugo le hiciera algo”.
Se trata de Benigna Valenzuela quien, sin imaginarlo, se convirtió en la última persona que vio con vida a Soledad la noche del sábado 6 de octubre del año pasado, cuando ésta la visitó en su casa de barrio Los Olmos de Villa María.
Durante la segunda audiencia del juicio que se le sigue a Hugo Atilio Calderón, comparecieron otras cuatro personas, entre ellas una amiga íntima de la víctima, cuyo comparendo fue requerido por la Querella en calidad de “testigo nuevo”.
Para hoy, en tanto, está previsto que declaren otros nueve testigos, todos propuestos por la Defensa, con lo cual comenzará la etapa de recepción de “pruebas de descargo”, es decir a favor del imputado.
Un día lluvioso
Valenzuela, más conocida en el vecindario como “Nina”, relató que la joven llegó en moto acompañada por su pequeño hijo Rodrigo Francisco, para pedirle que se lo cuidara un par de horas, pero como el niño se encontraba todo mojado (estaba lloviendo y se había empapado en el viaje, al igual que Soledad), la mujer le dijo que no podía ayudarla porque no tenía ropa para cambiarlo.
Durante la conversación que mantuvieron en la casa de “Nina”, Salguero le dijo que no quería regresar a su domicilio de Ituzaingó y pasaje Formosa “porque tenía miedo de que Hugo le hiciera algo”.
En esa misma charla, Soledad le contó que desde hacía poco más de una semana estaba muy atemorizada, ya que por error le había mandado a Calderón un mensaje de texto que pretendía enviarle a la abuela de Facundo Fonsfría, un muchacho con el que estaba manteniendo una relación desde hacía un par de meses, pese a que aquel se encontraba privado de la libertad.
Si bien hasta el momento no se hizo público en el juicio el contenido de aquel mensaje de texto, se deduce que en el mismo la joven aludía a su vínculo afectivo con Fonsfría, aunque ella ya no estuviese vinculada sentimentalmente con el acusado.
“La relación era muy complicada”, explicó Valenzuela, y agregó: “Tenían muchas peleas y siempre estaban discutiendo… él no tenía trabajo y ella había perdido el suyo (era empleada en una verdulería) por esos días”.
En otro momento de su declaración, la testigo señaló que “el temor de Soledad era cuando le dejaba poca plata (a Calderón) para ir al ‘Bar Gómez’ (ubicado en calle Periodistas Argentinos al 500), porque él le hacía problemas”.
Valenzuela refirió también que conocía a Soledad “desde chiquita, porque había vivido en el barrio (Los Olmos), aunque después no la vi por mucho tiempo, y nos reencontramos a mediados de julio en la cárcel, cuando ella iba a ver a Facundo y yo visitaba a mi marido”.
Desde entonces y hasta su desaparición, la joven visitaba a Valenzuela “casi todos los días”, señaló la testigo, al tiempo que dijo que ella fue a comer a la casa de barrio Lamadrid “en dos oportunidades” y que siempre le vio “malos gestos” a Calderón, porque “le despreciaba la comida”.
“Nina” continuó diciendo que “Sole y Hugo estaban alejados” y que “ella lo dejó quedarse en su casa hasta que le dieran trabajo en el campo, pero ese día (sábado 6) me dijo que estaba arrepentida de habérselo permitido”.
No obstante, y ante una pregunta del abogado defensor, Valenzuela admitió que “nunca la vi golpeada a Sole, ni que Hugo le haya pegado”, aunque reiteró que su amiga “tenía terror cuando le dejaba poco dinero”.
La vio golpeada
La última persona en declarar durante la audiencia de la víspera fue Melisa Marta Brochero, una joven que dijo ser amiga íntima de Soledad y que compareció en calidad de “testigo nuevo”, a requerimiento del abogado Juan Antonio Rusconi, representante legal de la madre de la víctima.
Brochero comenzó diciendo que cuando conoció a Calderón, a poco de que iniciara su relación sentimental con Salguero mientras vivían en la ciudad de Hernando, le pareció “un hombre bueno”, y que su amiga “estaba enamorada de él”.
“Por aquellos años (2007 y 2008) compartimos muchos asados y reuniones, y se veía como una buena persona”, relató la testigo, aunque luego recordó que “en una oportunidad que los visité, cuando ‘Panchito’ era bebé, vi que Sole tenía una marca en el rostro, y Braian (otro hijo de Salguero, producto de una relación anterior) me contó que Hugo la había golpeado contra el bidé o el inodoro”.
En otro pasaje de su comparendo, dijo que “Soledad siempre se culpaba a sí misma, como que se sentía una mala persona, y que él (Calderón) la había sacado del pozo. Siempre me decía ‘todo lo que soy se lo debo a Hugo’, porque él era muy bueno con ella”, añadió Brochero.
“Sole no quería volver a la noche… quería tener un trabajo digno, del que su hijo se sintiera orgulloso”, enfatizó la testigo en alusión a que Salguero había decidido dejar atrás su vida anterior, cuando supo ganarse la vida como alternadora en una whisquería de Hernando, lugar donde conoció a Calderón y de donde él la sacó poco después.
Sin embargo, Brochero señaló que “con el paso del tiempo la relación se hizo conflictiva, hasta que ella decidió venirse a vivir a Villa María, a tal punto que se vino peleada con Hugo”.
Más adelante contó que la última vez que la vio fue el jueves 4 de octubre, a eso de las 21, y que en esa oportunidad Soledad le contó de aquel mensaje de texto enviado por error. “Si el Hugo no me mata, pega en el palo”, dijo que fue la expresión de Salguero entre lágrimas, a lo que Brochero le respondió: “No seas exagerada, Sole, no debe ser para tanto”.
El sábado 6, al mediodía, Calderón fue a la casa de la testigo a buscar un dinero por la venta de un autoestéreo, y en un momento le comentó que estaba muy enojado con Soledad porque le dijo algo similar -aunque más subido de tono- a lo que su amiga le había dicho dos días antes.
Otros testigos
Ayer también comparecieron Gustavo Javier Piazza, Marcos Gabriel Borselli y Claudia Ivana Oliva, y se incorporaron “por lectura” las declaraciones de otros dos testigos.
Piazza fue quien le compró el Volkswagen Senda en el que Calderón habría llevado el cuerpo sin vida de Soledad hasta un paraje cercano a la localidad de Pampayasta, donde lo arrojó a un costado del ripio, y donde fue encontrado una semana después (el sábado 13), luego que el propio homicida se quebrara ante la Policía y confesara haber estrangulado a su expareja.
Borselli es el propietario de una verdulería en la que Salguero había estado trabajando hasta pocos días antes de ser asesinada, mientras que Oliva tuvo un contacto fugaz con la víctima, oportunidad en la que le prestó su teléfono celular para enviar un mensaje de texto.
Fotografías: 1) Benigna Valenzuela fue la última persona que vio con vida a Soledad, la noche del sábado 6 de octubre. Ayer afirmó que la joven le contó que “no quería volver a su casa, porque tenía miedo que Hugo le hiciera algo”
2) Al finalizar la audiencia de la víspera, Hugo Calderón recibió el afecto de su hija mayor, y luego se quebró emocionalmente. Salió llorando del recinto
3) Mariela Vigani, la exesposa de Calderón, estuvo ayer en Tribunales, pero no pudo presenciar la audiencia porque hoy va a prestar declaración testimonial
4) Melisa Brochero contó que en una oportunidad Calderón
golpeó a Soledad. Compareció en calidad de testigo nuevo
5) Marcos Borselli, dueño de una verdulería en la que Soledad estuvo trabajando hasta pocos días antes de ser asesinada