“Enseñar los instrumentos financieros derivados, como cobertura para el riesgo precio que tienen los participantes del sector agropecuario”, fue la meta principal del curso de mercado de futuro y opciones que organizó el Departamento de la Licenciatura en Administración Rural (LAR) de la Universidad Tecnológica Nacional.
La actividad formativa, que tuvo lugar en el Auditorio Atilio Destéfanis de la Tecnológica villamariense, contó con la disertación de la licenciada Mariana Pellegrini que se desempeña en la Fundación Mercado a Término de Buenos Aires (MATba), que persigue como objetivo principal el de capacitar a productores de todo el país en el manejo de herramientas financieras y estrategias comerciales.
La especialista invitada, además de brindar sus conocimientos ante los 70 asistentes al evento formativo (entre estudiantes, docentes, profesionales y referentes de empresas locales dedicados a la agroexportación), estableció contacto con los alumnos tecnológicos abordando la temática el funcionamiento de los contratos de futuros y opciones sobre derivados agrícolas.
“Lo primero que vimos fue apreciar cómo funciona el sector. En definitiva tratamos de responder la pregunta de por qué tanto un productor, un acopio, una industria o cualquier participante del sistema que está constantemente comprando o vendiendo granos debería utilizar estos instrumentos”, expresó Pellegrini en diálogo con EL DIARIO.
“En este primer nivel que desarrollamos en Villa María pretendemos que los asistentes entiendan el concepto de qué es un mercado de futuro y para qué sirve. Otra de las metas es que puedan diferenciar lo que es un contrato de futuro y uno de opción”, destacó la profesional que lideró la actividad, que se extendió durante dos días y fue ideada desde el Departamento que dirige el contador Sergio Gilabert.
“Básicamente queremos que comprendan cómo lograr su propia cobertura, entendiendo que cubrirse significa utilizar un instrumento financiero para acompañar la actividad que tiene en el mercado de contado, donde el productor vende su mercadería en un espacio tomador de precio”, subrayó la reporteada por este medio.
“Cuando yo tengo que vender soja más adelante, ya sea porque todavía no la levanté, la guardé o cualquier otra variable y soy tomador de precios, o sea que al mismo no lo puedo fijar yo, necesito un instrumento que me permita proteger a aquella variación de precios que pueda dañar mi negocio”, aclaró.
“Si tengo algo para vender más adelante, la tendencia que a mí me puede hacer perder dinero o desestabilizarme es la baja de precios. La idea es que todos sepan qué significa vender en el mercado a futuro, que daría la primera protección hacia la baja”, puntualizó también.
“Lo mismo sucede del lado de las personas que tienen que comprar el acopio, tratando de reducir el impacto si el mercado sube. Por lo tanto su cobertura es contra la suba, debiendo también adquirir los activos a futuro”, acotó Pellegrini.
Múltiples aplicaciones
“Estos instrumentos financieros no sólo pueden aplicarse en la compra y venta de cereales. En realidad, un contrato de futuro o de opción tiene distintos tipos de activos. Además de cubrirme por los commodities agrícolas (soja, maíz, trigo, girasol, cebada), también puedo hacerlo por otros elementos, tales como el petróleo, el oro o la plata, por ejemplo”, manifestó la entrevistada, antes de rematar: “Todo activo que su mercado disponible sea altamente volátil y cotice en un mercado de futuro, uno puede utilizarlo como cobertura”.
Al hacer referencia a ejemplos concretos, la licenciada indicó que “la más conocida es la cobertura sobre dólar”.
“Supongamos que dentro de tres mes vas a recibir equis cantidad de plata en pesos y decidís comprar dólares. Hoy el dinero no lo tenés y tu temor es que la divisa se aprecie, es decir suba de precio. O sea, con el monto que vas a recibir no vas a poder adquirir la cantidad de dólares que podrías comprar hoy”, puntualizó.
“El comprador, entonces, tendría que cubrirse contra el incremento del tipo de cambio utilizando la herramienta del mercado a futuro, para que cuando reciba el dinero pueda comprar al precio que fijó anticipadamente”, advirtió.
“Si hoy el cambio estuviera a 4,30 pesos, con las herramientas lo fijo a ese precio, y si el mercado llegara a subir, recibiría la ganancia por el mercado de futuro. Es decir, plata en mano, vas al mercado físico, compras divisas y le sumas la diferencia que obtuviste con el mercado de futuro, que anclaste un trimestre antes”, aconsejó.
“Concretamente se puede trabajar en los dos mercados, el físico y el de futuro. No importa qué elemento sea, el concepto es que a ciertas cosas les podés anclar el precio del valor. La intención es que a ese activo que vos vas a comprar más adelante se valúe mucho más”, concluyó.