En un emotivo y concurrido acto, en la tarde de ayer el Instituto La Santísima Trinidad y la Escuela Superior Integral de Lechería (ESIL) dejaron inaugurada la tercera etapa del Complejo Educativo Nº 2, en el predio de la Funesil (Rawson 1899). Las ocho nuevas aulas que se incorporan a la estructura permitirán albergar a todos los alumnos del Ciclo Básico, aproximadamente 750, dando por cumplido de esta forma un viejo anhelo institucional.
Se hicieron presentes en la ocasión los directivos de la entidad educativa, personal docente, exdocentes, alumnos y exalumnos, además de representantes de diversas instituciones y firmas comerciales de Villa María y la región.
El inicio se dio con el ingreso de las diferentes banderas de ceremonia, portadas por sus abanderados y escoltas, y la entonación de las estrofas del Himno Nacional Argentino.
Luego Orlando Pfaffen, presidente de la Funesil, fue el encargado de tomar la palabra y, entre varios aspectos, destacó que “inaugurar este nuevo edificio es una cuestión muy fuerte, porque forma parte de un programa de muchísimos años que se va concretando. Este es el cierre de una etapa porque se terminan de separar todos los niveles que alberga la institución en diferentes espacios”.
“Este hecho es muy importante para el orden, para la organización y para el cuidado de los alumnos, porque la convivencia entre tantas disparidades no es muy fácil. El nuevo espacio va a albergar a 750 chicos, dentro de un mapa de la escuela que tiene a 3900 alumnos, o sea que es una parte muy importante del alumnado. Es muy importante darle a los chicos en esta edad, que están en la adolescencia plena, un lugar más al aire libre y de mejor contención”, añadió.
“Es un enorme privilegio poder inaugurar este nuevo espacio educativo. No es fácil simplificar un mensaje cuando uno ha pasado por toda la experiencia de todo lo que hay en este lugar. Parece ayer cuando, en el inicio del año 2009, inauguramos las primeras aulas y le decíamos a los padres que nos comprometíamos lo más rápido posible a que todos los alumnos puedan venir a este espacio. Tardamos cuatro años, pero ya estamos acá, gracias a Dios”, agregó.
“Esta no es una obra más para nosotros, es un paso trascendente en la vida de la institución. A partir de este momento se cumple un proyecto que fue pensado y ansiado durante mucho tiempo. Este es un espacio ideal para los alumnos y quienes tienen que trabajar con ellos. A los estudiantes quiero pedirles desde el corazón que transformen esto en mucho estudio y sacrificio, porque costó mucho esfuerzo lograrlo”, sintetizó el directivo.
Además, Pfaffen hizo una mención especial para el exintendente Horacio Cabezas (presente en la ceremonia) a quien agradeció por “colaborar desde su intendencia con la instalación de la Funesil en el lugar donde hoy se encuentra.
A su término, el padre Manolo de la Orden Trinitaria bendijo las nuevas instalaciones, para dar paso después al corte simbólico de cintas con el que concluyó el acto.