Escribe Silvina Scaglia, Lic. en Nutrición
El ejercicio es la mejor garantía para reducir la grasa corporal, bajar de peso y mantener el peso ideal. Es el mejor aliado porque evita el “efecto rebote”. Pero para que la actividad física se convierta en una verdadera amiga, hay que tener en cuenta ciertas pautas:
-Para adelgazar, hay que hacerlo mediante un plan de alimentación adecuado y también mediante ejercicios físicos, ya que así se prepara el cuerpo para cuando llegue el período de mantenimiento.
-Como el cuerpo está acostumbrado a una determinada cantidad de kilos, tiende siempre a regresar a ese peso original. Por esa razón, lo ideal es trabajar con un método de descenso de peso paulatino o en escalera, para que el cuerpo se vaya adaptando y logre fijar ese nuevo peso.
-Mientras va consiguiendo adelgazar, se debe aprender que se tiene un nuevo organismo, con nuevas necesidades calóricas de ingreso y de egreso, es decir, que ya no se puede comer como antes de iniciar la dieta.
Cuando se entrega el plan de alimentación, el 60% dependerá del cumplimiento de la dieta y el 40% de la realización de ejercicios. A partir del tercer mes, la importancia de la actividad física y de la dieta se van a equilibrar.
Cuando se logra el peso deseado la relación del comienzo se invierte, entonces para mantener el peso, el 70% del esfuerzo debe ponerse en la realización de actividad física, y es preciso mantenerla y no abandonarla jamás. Mi consejo: “La actividad física es el único factor, estadísticamente comprobado, que se asocia con el mantenimiento de peso”. Entonces podemos decir que en la etapa de mantenimiento es más importante estar en movimiento que ser muy estricto con la dieta, que puede ser algo más flexible.
Hasta la próxima...