“Dejamos pasar las elecciones para que no se tomara nuestro reclamo como una cuestión política. Acá la única cuestión sigue siendo que el adjudicatario de una obra pública (Angel Luis Franceschina) nos usó y no nos pagó o nos llenó de cheques sin fondos, que es lo mismo”, expresaron ayer a EL DIARIO desde las firmas Híper Centro y Angelone Alfombras.
Los voceros de estas empresas indicaron que “las firmas damnificadas por el proceder de Franceschina ya somos más de seis y no vamos a parar hasta que se nos brinde una solución, ya que entre todos empleamos a casi sesenta personas de esta ciudad, que representan sesenta familias villamarienses que se podrían ver afectadas por esta situación”.
A las nombradas se suman una de las más grandes empresas de venta de artefactos eléctricos, una de construcción en general, otra de construcción en seco, un vivero, un corralón y un arquitecto. “Hemos resuelto que vamos a ir saliendo todos a los medios, porque esto no es justo. La obra está para que la ciudad la disfrute y no vamos a ir a arrancar las alfombras ni las placas”, indicaron.
El pedido a la Municipalidad
Los empresarios dejaron en claro que “quien nos debe es el contratista, pero lo que nosotros queremos es que la Municipalidad nos defienda, se ponga de nuestro lado y, a la hora de pagarle, lo obligue a su vez para que nos salde las deudas”.
“Sabemos que antes de las elecciones los funcionarios se reunieron con Franceschina, quien dijo en EL DIARIO que le adeudan cuatro millones de pesos. Desde adentro de la misma Municipalidad nos confirmaron que esa reunión existió. Nos comunicamos telefónicamente con los miembros del Gobierno local y quedaron en llamarnos, pero nunca lo hicieron. Con el contratista ya hablamos en varias ocasiones y no hizo más que mentirnos. Inclusive después niega las conversaciones que mantuvimos”, señalaron.
El caso salió a la luz a través de la edición del diario del 31 de julio, en la que los damnificados aportaron copias de decenas de cheques de Franceschina devueltos por falta de fondos, además de informes de la Central de Deudores del Sistema Financiero en los que constan cientos de valores del constructor devueltos.
Un día más tarde, el acusado tomó la palabra y descargó la culpa de todo en la Municipalidad, que “me debe alrededor de cuatro millones de pesos”.
Posteriormente, la comuna local emitió un comunicado para señalar que esa deuda es del Gobierno nacional y que sería saldada cuando el empresario finalice los trabajos en el marco del Programa “Mejor Vivir”.