Dos adolescentes entraron ayer a la tarde en la pilchería ubicada en la calle Corrientes 1030 (foto) y pidieron probarse una remera. La joven que atiende el negocio accedió al pedido. “¿No tenés un talle más chico?”, le preguntaron y la dependiente fue a buscar uno. Aprovechando la ocasión, las adolescentes se apoderaron del dinero de la caja registradora y huyeron a toda velocidad.
Al advertir que había sido víctima del par de rateras, la joven empleada rompió en llanto.
Poco después llegó al local la Policía, pero no consiguieron detener a las ladronzuelas.