El conocido periodista deportivo de radio y televisión, Diego De Giusti y su hija de un año y nueve meses se vieron involucrados ayer al mediodía en un accidente de tránsito que, por las características del episodio, podría haber resultado con ambos heridos de gravedad.
Afortunadamente, salieron ilesos y “puedo contarlo”, dijo el comunicador a EL DIARIO.
Ocurrió a las 13.30 en Alem y Vélez Sarsfield, poco antes de llegar al semáforo.
De Giusti iba al volante de su Ford Ka negro, patente HML 487, por la avenida Leandro N. Alem, al igual que el camión Scania con semirremolque que estaba detenido adelante, esperando que el semáforo diera luz verde.
De Giusti iba a llevar a su hija a una guardería ubicada a pocas cuadras.
La niñita venía en la parte trasera, sentada y asegurada en la butaca para bebés, ubicada justo al medio.
El rodado de gran porte, en tanto, regresaba vacío de Brasil (había dejado su carga en Río de Janeiro) y tenía como destino Chile, país de donde son originarios el chofer y la empresa de transporte para la que trabaja.
Cuando el semáforo dio luz verde “vi que el camión no avanzaba ni había puesto el guiño, por lo que supuse que iba a seguir derecho. Entonces intenté pasarlo”, contó el periodista.
Fue en ese momento cuando el rodado de gran porte se puso en marcha, intentando doblar en la misma dirección y comenzó a aplastar al Ford Ka del comunicador.
“Le toqué bocina, pero no me escuchó. Los otros autos también le tocaron, pero el seguía avanzando, despacio, y aplastándome contra el poste de alumbrado. Los vidrios del coche estallaron y comenzaron a salir los vecinos a gritarle al camionero que se detuviera. Recién ahí, lo hizo”, contó De Giusti.
“‘No te vi, hermano’, me dijo después, temblando”, continuó el comunicador y abundó “Mi desesperación era saber que mi hijita estaba ahí atrás. Pero aún con los vidrios que estallaron, no se hizo ni un solo corte. La verdad es que lo pienso y no lo puedo creer. Los muchachos del lavadero que está ahí cerca me ayudaron a sacar a la nena por atrás, porque las puertas, por supuesto, no se abrían. Pero bueno, estamos bien, gracias a Dios”, concluyó De Giusti.
Cabe agregar que en virtud del accidente, el tránsito, que a esa hora pico es profuso en el sector, era un caos y hubo que desviar a los coches y cortar las calles.