“Todos somos responsables de que todavía existan circuitos de violencia. Si la sociedad repudia la violencia, la violencia desaparece”.
Las palabras fueron el claro mensaje que dejó ayer la defensora general de la Nación, Stella Maris Martínez, en su paso por Villa María.
La titular del organismo autónomo, que depende del Ministerio Público, disertó ayer en la sede del Centro Cultural Comunitario en el marco de la Campaña Nacional contra la Tortura impulsada en el Bicentenario de los idearios de los constituyentes de 1813.
“Lo que hacemos es tratar de concientizar a la población del gravísimo peligro que representa que se siga utilizando la violencia en centros de detención, neuropsiquiátricos e Instituto de Menores”, indicó la funcionaria entrevistada por la periodista de EL DIARIO al culminar la jornada articulada por el Movimiento Popular por la Igualdad, en forma conjunta con la Municipalidad, la Defensoría General de la Nación, la Sociedad Argentina de Escritores y el Centro Empleados de Comercio.
Con un fuerte compromiso para generar conciencia sobre las consecuencias de la violencia institucional, Martínez remarcó que “cada vez que se tortura, atrasamos 200 años”.
“Utilizando los medios primitivos, como es la violencia, estamos ante un atraso que causa mucho daño. Toda violencia en el plano social, vuelve, gira en redondo. Si yo maltrato a las personas privadas de la libertad, cuando la recuperan salen más violentos y menos comprometidos con los derechos humanos”, manifestó la abogada que es licenciada en Criminología.
Más de 150 personas se reunieron en el auditorio del Centro Comunitario para escuchar su conferencia.
Martínez afirmó, en la charla con la cronista, que los que cometen actos violentos no sólo lesionan la dignidad de la víctima, sino la de ellos mismos y de la sociedad en su conjunto.
Desde la Defensoría, Martínez y su equipo vienen realizando un intenso trabajo visitando las cárceles federales, los institutos neuropsiquiátricos y de menores interviniendo en los casos de violación de los derechos humanos.
“La violencia es utilizada como un sistema de disciplinamiento”, afirmó reiterando que es necesario derribar los muros de esos establecimientos para que la sociedad pueda ver lo que pasa en el interior.
Un debate interesante
Las personas que se dieron cita en la tarde de ayer en el Centro Cultural tuvieron la oportunidad de escuchar, además, las palabras de panelistas involucrados con la temática.
En primer lugar, desde la mirada histórica y literaria habló el escritor Ernesto Fernández Núñez, dejando un panorama del significado que tuvo la tortura para los pueblos.
Luego, tomó el micrófono el secretario de Prevención Comunitaria y Derechos Humanos, Carlos De Falco.
El funcionario municipal abordó la cuestión desde la perspectiva política. “Toda violación a los derechos humanos es una tortura”, dijo el abogado, poniendo énfasis en que más allá de las leyes el Estado debe adoptar decisiones políticas sobre el particular.
El camarista penal René Gandarrillas fue otro de los disertantes que puso en el centro del debate las cuestiones legales.
Por su lado, la asesora letrada Silvia Muñoz contó su experiencia en la tarea que debe realizar defendiendo a personas que sufren vejaciones.
Seguidamente Andrés Guzmán, del Movimiento Evita, planteó todos los hechos de violencia generados por la aplicación del Código de Faltas Provincial y realizó una fuerte crítica a la actuación policial en este sentido.