Desde el martes próximo, habrá nueva modalidad de timbre de recreo en el Centro Educativo República de Bolivia. Docentes contaron a EL DIARIO que en el patio externo del establecimiento el timbre no se escucha, por lo que los alumnos no regresan en el momento que corresponde al aula.
Entonces, los pequeños encontraron una solución luego de experimentar bastante. Así, “descubrieron que pueden hacer un timbre con energía eléctrica, a color y evitando subir el volumen, lo que causaría contaminación sonora y generaría un problema auditivo”.
Corina, junto a los alumnos Kevin y Agustín dieron precisiones del invento en el patio del cole, ayer, en su charla con este matutino. Por caso, concluyeron en que tenían que usar 174 pilas para un sólo toque de timbre. Terminaron decidiéndose por el invento a color, por lo que desde el martes sabrán cuándo termina el recreo cuando se prenda la luz y aparezca el color rojo. De esta manera, trabajarán con circuitos eléctricos simples.
“Así evitamos problemas, porque los chicos vuelven a las aulas fuera de hora y las maestras se quejan; ellos argumentan que no escuchan el timbre”, apuntó una docente.
Este es uno de los tantos trabajos que se expusieron en la víspera en el marco de la Feria de Ciencias y Tecnología.
Los niños y niñas del Bolivia sobresalieron con sus creaciones.
En los stands se vio a los distintos juegos previstos para el recreo, una investigación sobre el sol, cómo tener una boca saludable y producciones realizadas con desechos.
También, analizaron qué cambios se producirían en las mezclas del agua con otros materiales líquidos.
Otro grupo, en tanto, ahondó en las lágrimas (¿A qué sabe llorar?): “Tienen gusto salado ya que por medio de ellas el cuerpo elimina el exceso de sal”, especificaron.
Además, otros pequeños se metieron en el tema de “la magia de la luz”, respondiendo al interrogante de por qué aparecen los colores.
Resaltó entre los trabajos el que hicieron para evaluar qué hacer con los numerosos perros que deambulan por la zona e ingresan al establecimiento, ya que consideran que puede ser peligroso. Y decidieron elaborar un repelente para piojos con sustancias naturales, preservando así la salud de los animales.
Una gran cantidad de asistentes dio un marco ideal a la exposición de los distintos trabajos, ayer en el centro educativo de la calle Deán Funes.