Acerca de los dichos de Fita

Señor director:
A Marcelo Fita, coordinador en el Ministerio de Educación de la provincia de Córdoba, le pedimos que nos permita preguntarle -después de sus dichos a EL DIARIO- si aún recuerda las épocas de lucha gremial donde se rasgaba las vestiduras para lograr la utopía de una escuela pública con recursos materiales, tecnológicos y humanos, o por lo menos así lo hizo creer a mucha gente que confió en usted.
¿No siente sonrojar su cara al publicar un proyecto como “experiencia piloto” de pintar la escuela con las manos de los niños para que logren “identidad” sobre la institución?
Vamos a expresar lo que sentimos y lo que sintieron muchos docentes al leer su “proyecto de compromiso global”, Marcelo Fita.
Es usted un fiel alumno de la política contra la escuela pública. Este tipo de política implementa medidas antidemocráticas para lograr desintegrar culturalmente la posibilidad misma del derecho a la educación: la escuela pública.
Como profesora de escuelas públicas me ofende al decir tan livianamente desde un escritorio, con aire acondicionado para los calores sofocantes y calefacción para los terribles fríos invernales, que busca el compromiso de todos.
Hay que estar en colegios que ustedes los funcionarios públicos han olvidado y sólo usan como caballito de batalla para sus discursos demagógicos.
Hay que estar en escuelas donde debemos inventar olvidar el hambre y la miseria de los alumnos para poder “enseñarles” que la educación les dará un mundo mejor.
Hay que estar todos los días dispuestos a disimular las políticas de desigualdad que se caminan por los pasillos de escuelas rotas, cuyos pedazos hacen añorar la gloria de la gran escuela pública argentina.
Hay que tener estómago para escuchar a un gran número de funcionarios públicos criticar a los docentes, que día con día intentamos construir una historia de esperanza sobre sueldos magros, espacios de trabajos insalubres…
Nuestra lucha docente es cada vez más compleja, porque creemos en aquellos que nos representan pero luego cuando ocuparon un lugar de “prestigio” se venden al mejor postor político olvidando en esa miserable actitud no sólo a sus compañeros sino a miles o millones de niños, niñas, adolescentes y juventud que dejan sin horizonte.
Le sugerimos proyectos a debatir, para salvar de esta agonía a la escuela pública:
•La descentralización: el debate en el plano político y sus consecuencias.
•La estructura organizativa del sistema educativo.
•Los objetivos de la descentralización educacional y sus daños colaterales.
•La gestión administrativa: evitar el peso y las trabas de la burocracia.
•Promover la participación desconcentrando el poder para dar mayor autonomía.
•La educación como un producto de mercado.
•El Estado puede operar una distribución de recursos para estabilizar los desequilibrios sociales.
•La responsabilidad social en la educación ha sido remplazada por la ilusionismo del mercado.
•Los efectos perversos de un presupuesto educativo altamente miserable.
•Sueldos a niveles de explotación de los docentes.
•Empeoramiento de las condiciones de trabajo.
•Ruptura del movimiento gremial docente.
•Etcétera...

Marcelo Fita, le contamos una utopía. Un padre le pregunta a su hijo Manuel de cinco años:
-Manu, ¿hay algo que no se pueda comprar con dinero?
Manuel lo miró y sin dudar un instante dijo:
-Las personas, papi.

Mónica Sonzini
y Daniel Barrientos,
docentes