Los fines de semana largos suelen conspirar contra la grilla de participantes en el golf. Se produce una natural migración que enfila a otros rumbos turísticos y/o golfísticos. Quizás por eso, la concurrencia del sábado al Villa María Golf Club se vio menguada para la disputa del premio Don Américo en la modalidad individual por golpes. Al menos así lo acusan las 64 tarjetas de cómputos que arrojaron brillantes ganadores en las respectivas categorías.
Jorge Ferreyra volvió a jugar como en sus mejores actuaciones y fue quien más se lució al emplear 74 “gross” , +3 y un neto de 67, -4 para ganar la categoría principal hasta 9 de hándicap. Postergó largamente a Pablo Juncos y Federico Montagner, ambos en el par.
Ramiro Alaniz, quien cada semana progresa más, se quedó con la victoria amplia en 10 a 16 con 65 netos, 5 menos que Juan Manuel Baldrich.
Alberto Orozco se reencontró con su mejor juego y se impuso con 67, -4, para aventajar por 5 a Fernando Espina en 17 a 24.
Finalmente, el ‘Tordo’ Guillermo Abramián les hizo radiografía, diagnóstico, anestesia, cirugía y atención posoperatoria a sus rivales en 25 a 36 con un contundente 64 neto, 7 bajo el par, lo mejor del día con ventaja. Gerardo Moro, con 68, debió conformarse con ser honroso segundo.
El ordenamiento de la clasificación quedó así en las primeras posiciones:
Hasta 9 de hándicap (10 tarjetas)
Jorge Ferreyra 7 35 39 67
Pablo Juncos 7 38 40 71
Federico Montagner 3 34 40 71
Julio Irastorza h. 5 39 38 72
Valentín Baricco 5 43 35 73
Santiago Bianco 4 38 39 73
Mateo Ferreyra 9 42 41 75
De 10 a 16 (22 tarjetas)
Ramiro Alaniz 10 35 40 65
María Laura Retegui 11 39 42 70
Ramiro Destéfanis 13 40 45 72
Gustavo Benito 12 44 41 73
Héctor Sánchez 14 43 44 73
De 17 a 24 (16 tarjetas)
Alberto Orozco 18 44 41 67
Fernando Espina 19 44 47 72
José Ignacio Cavallo 18 48 44 74
Carlos Gribaudo 20 43 51 74
Fabián Alaniz 20 43 51 74
De 25 a 36 (16 tarjetas)
Guillermo Abramián 28 44 48 64
Gerardo Moro 27 51 44 68
Alberto Datta 36 52 53 69
Sergio Pelliza 27 48 50 71
¿Y LOS PREMIOS?
Vanamente aguardamos el momento de la entrega de premios que es, sin dudas, lo lindo de un torneo en el llamado “Hoyo 19”. Generalmente cubrimos las entregas -salvo alguna contada excepción- registrando fotos del momento. Esta vez, el sábado, fue hasta que preguntamos y nadie supo dar una respuesta. Sólo que “no había entrega ese día”. Seguramente a los ganadores se los darán un día de estos, pero si hubiese habido algún ganador foráneo (en rigor hubo uno segundo) se iba con las manos vacías. Claro que, vale señalar, algunas veces los propios ganadores suelen no quedarse a honrar ese ritual tan especial. Pero la historia se escribe con los presentes y nunca con los ausentes.