Escribe: Gaspar Bachanini
En un disputado encuentro, 9 de Julio de Pasco se impuso por la mínima ante su par River Plate, en un partido que se jugó en el “Pozo” de Barrio Almirante Brown y donde durante la mayor parte del tiempo reinaron la fricción y las imprecisiones.
Desde el primer minuto, ambos equipos intentaron plasmar su libreto dentro del campo de juego. Lidiando no sólo con su rival, sino también con las malas condiciones climatológicas y el mal estado del terreno.
Bajo estas características, el local, repleto de jóvenes, se refugió en una búsqueda incesante hacía su carta goleadora, Guillermo Arce. No obstante, una lesión muscular del propio delantero lo obligó a dejar la cancha en la primera parte luego de tener la ocasión más clara de su equipo, la cual fue despejada en la línea por Andrés Lazo.
La visita, por su parte, debutaba en el torneo luego de cumplir la condición de libre en la primera jornada y buscaba aceitar el nuevo andamiaje. Sin embargo, a las incorporaciones les costó crear circuitos de juego y el volumen en ofensiva no era el mismo que en la defensa.
A los 46’, una inocente infracción de Rossetto sobre el sector derecho derivó en un excelente envío de Mario Hernández, que fue conectado por Sorasio en un gran anticipo para mandar su cabezazo al fondo de la red, e irse al vestuario el “Patriota” con una ventaja que sería definitiva.
La segunda mitad evidenció a un River algo desesperado y casi sin argumentos para inquietar a Luciani. El ingreso del joven Chiotti le aportó claridad al “Millonario”, pero no la suficiente ante una sólida muralla encabezada por Lazo.
Ante estos síntomas, los dirigidos por la dupla Martín - Picotte comenzaron a encontrarse con espacios en ataque, aunque sin sacarle el provecho deseado por imprecisiones propias y otros tantos por la buena labor del joven arquero Juan Cruz López.
De esta forma, River se ahogó en su propio libreto y 9 de Julio supo golpear en el momento indicado, para luego hacerse sólido en defensa y casi no sufrir sobresaltos durante todo el segundo tiempo.
La figura
En un partido chato por donde se lo mire, sobresalió la actuación de Guillermo Cabalía en el visitante. El polifuncional luchó y ganó en la mayoría de las acciones. También se destacó Kaputensky en la conducción.
El árbitro
Mala actuación del juez Claudio Chavez. Si bien no influyó en el resultado final, demoró en cada una de sus sentencias y en otras no fue lo suficientemente rígido con los protagonistas. Buena tarea de sus asistentes, Luciano Garro y Azarías Gonzalez.