En un partido intensamente disputado, con altibajos técnicos pero dotado de numerosas acciones de peligro, Sportivo Playosa e Hipólito Yrigoyen repartieron virtudes y defectos con un empate final en uno.
Igualdad que, en el análisis general y por la cantidad de jugadas de gol desperdiciadas, pudo ser favorable por mínima diferencia al elenco “albo”, que tuvo en Sachetto a su elemento ofensivo más dotado, pero en una desafortunada tarde.
Interesante fue el planteamiento del partido en los primeros minutos, donde a pesar de la fuerte influencia del viento (favorable a la visita), ambos conjuntos se mostraron dispuestos para afirmar pretensiones en materia ofensiva, exigiendo la labor continua de las líneas defensivas. Un remate de Aimar a los ocho minutos fue desviado por Merani evitando la conquista, y luego un buen disparo en tiro libre de Gabetta dio en el palo, con Garetto prácticamente vencido.
Esa correcta actitud para el juego de ataque dio sus frutos a los tiopujienses, cuando, en buena incursión por el sector izquierdo, a los 14’ Gabetta desbordó y cruzó el esférico hacia el otro andarivel por donde entró solo Piovano, quien encontró totalmente desubicados a los marcadores albos y a escasa distancia de la valla venció a Garetto con fuerte disparo.
Quizás Yrigoyen no había hecho méritos hasta ese entonces para fijar diferencia, pero la eficacia de sus delanteros se apreció correctamente en esta oportunidad bien aprovechada.
Como respuesta, Sachetto no pudo definir solo frente a Merani y así se fueron sucediendo las jugadas de riesgo, con un Playosa entusiasta y exigente que buscó con presión sostenida la posibilidad del empate.
Yrigoyen soportó con entereza las motivaciones del local y supo utilizar algunas réplicas en contragolpe, que fueron contenidas por la expeditiva labor de la retaguardia playosense. Muy buen trabajo de Facundo Menegotto en el local y de Diego Gabetta en el huésped, ambos con disposición e inteligencia para conducir toda la cobertura ofensiva de sus equipos; por ellos pasaron la mayoría de las acciones de peligro en gestión de ataque.
La dinámica en el desarrollo fue perturbada por algunas reacciones desubicadas de ciertos jugadores que obligaron a la sanción punitiva del titubeante árbitro López, quien dejó pasar algunas acciones ilícitas que merecían fallos más extremos. También hubo una clara infracción de Tais sobre Ibáñez dentro del área que el colegiado obvió, privando a Playosa de una opción favorable.
En las instancias finales del primer período disminuyó el nivel de juego, desarrollándose en el medio campo y con escasa proyección hacia los arcos. Yrigoyen, entonces, se llevó al vestuario una mínima diferencia que no pudo ser equilibrada en las cifras por el dueño de casa, a pesar de contar con oportunidades suficientes y propicias para acceder a la igualdad.
En el segundo período, Playosa buscó desde el comienzo la igualdad, marrando Sachetto a los 5’ una situación increíble con remate frontal defectuoso que salió junto a un palo, cuando la posición de Merani era totalmente pasiva para evitar la conquista.
Esa insistencia tuvo rédito cuando a los 12’, en buena acción de ataque, Comba habilitó a Aimar, que luego de ubicar la posición del guardavalla lo sometió con un remate rasante que se metió lejos de su alcance, consiguiendo lo que hasta entonces era justificado mérito para el accionar del local.
Después del empate el elenco de Aimetta bregó para conseguir la victoria, más aún luego de la expulsión de Piovano por agresión a un adversario; pero la pobre labor de su atacante central, Lucas Sachetto, le impidió llegar a lo que, en el análisis general, hubiera sido merecido premio.
En su desarrollo, la etapa complementaria distó mucho de parecerse a lo expuesto en el tiempo inicial, mostrándose un poco más ordenado el visitante pero sin poder ofensivo, mientras que Playosa, con dificultades organizativas se las compuso para llegar con insistencia al arco de Yrigoyen, que no fue vencido por los motivos aludidos.
En el enfoque integral de los 90’, el resultado pudo favorecer a Playosa por una mínima diferencia. Realmente hubiera sido más ajustado a lo que ocurrió en el campo de juego.
La figura
Regular desempeño de Carlos López. Cometió errores de apreciación en algunas jugadas evidentes, debió actuar con más decisión frente a ciertas acciones excedidas de mala intención. Bien en la expulsión de Piovano, pero no cobró en el primer tiempo un claro penal de Tais a Ibáñez.