La Cámara del Crimen de Villa María comenzará a juzgar hoy a Cristian Sebastián Moschitari por el alevoso crimen de quien fuera su expareja, Claudia Analía Rodríguez, ocurrido el 29 de setiembre de 2011 frente al Instituto Rivadavia.
Moschitari, de 38 años de edad, está acusado como presunto autor del delito de “homicidio calificado por alevosía” y si al cabo del proceso oral y público es declarado culpable, se le impondrá la pena máxima prevista por la legislación argentina: prisión perpetua.
El femicida será enjuiciado por un tribunal técnico integrado por los magistrados René Gandarillas (presidente), Silvia Saslavsky de Camandone y Edith Lezama de Pereyra, aunque las audiencias serán seguidas atentamente por un jurado popular compuesto por 12 ciudadanos comunes (ocho titulares y cuatro suplentes), quienes decidirán la suerte de Moschitari a la hora de votar sobre su inocencia o culpabilidad.
También participarán de las deliberaciones el fiscal de Cámara, Francisco Márquez, y los abogados José Luis Bertoldi, Mauricio Burique, Alberto Eduardo Chiavassa y Augusto Roberto Chiavassa, mientras que la secretaria actuante será Gabriela Sanz.
Bertoldi intervendrá en el debate como acusador privado, en representación del padre de Claudia, Emilio Rodríguez, quien se constituyó en la causa como querellante particular y actor civil, mientras que Burique, del mismo estudio jurídico, tendrá a su cargo fundamentar la acción civil entablada contra el femicida.
En tanto, Alberto y Augusto Chiavassa (tío y sobrino) ejercerán la Defensa penal y civil de Moschitari, contratados por la madre y la hermana del femicida.
Debate inicial
La primera jornada de este trascendental juicio fue convocada para las 9 en la sala de audiencias que la Cámara del Crimen posee en el quinto piso de Tribunales.
Una vez que el juez Gandarillas abra formalmente el debate, prestarán juramento los 12 miembros del jurado popular y luego la secretaria Sanz leerá la acusación elaborada por el fiscal que instruyó la causa, Daniel Del Vö.
Seguidamente, el presidente del tribunal le ofrecerá a Moschitari la posibilidad de declarar sobre el hecho que se le atribuye, aunque podrá hacer uso del derecho constitucional que le permite abstenerse, sin que ello sea interpretado como una presunción de culpabilidad.
Declare o no, el acusado será igualmente interrogado sobre condiciones personales, una medida procesal que es habitual en el comienzo de cada juicio.
El primer y único testigo que comparecerá en esta primera audiencia será el padre de Claudia Rodríguez, Emilio, y recién a partir de mañana, en doble turno, empezarán a receptarse los restantes testimonios.
Se estima que entre miércoles, jueves y viernes desfilarán no menos de 30 testigos, previéndose que el juicio continuará la semana venidera.
Espeluznante
El sangriento crimen se produjo alrededor de las 11.15 de la mañana del jueves 29 de setiembre, sobre calle Antonio Sobral, frente al Instituto Rivadavia y a pocos metros de la Municipalidad villamariense, donde Claudia trabajaba.
Hasta allí llegó Moschitari a bordo de un automóvil Volkswagen Senda de la empresa para la cual cumplía tareas realizando instalaciones eléctricas y de sistemas de alarma, y tras mantener una violenta discusión con su expareja (se habían separado unos cuatro meses antes), comenzó a golpearla con una maza en distintas partes del cuerpo, pero sobre todo en la cabeza, hasta darle muerte cerca del cordón de la vereda y ante la atónita mirada de numerosos transeúntes e incluso varios alumnos del establecimiento educativo.
Con las manos, el rostro y las ropas totalmente ensangrentadas, el femicida fue detenido por la Policía pocos minutos después en la esquina de Sobral y Mendoza, sin ofrecer la más mínima resistencia.
“Se lo merecía”
Instantes antes de ser esposado, y mientras se encontraba sentado en un cantero ubicado frente al Palacio Municipal, Moschitari expresó: “Se lo merecía, me hizo de todo”. La frase no sólo fue escuchada por las personas que se hallaban a su alrededor (entre ellas, un funcionario policial), sino que además fue registrada en video por un joven que pasaba por el lugar, quien para ello utilizó su teléfono celular.
El material fílmico en cuestión, que dura 1 minuto y 42 segundos, fue requerido oportunamente a EL DIARIO por la Fiscalía de Instrucción del Tercer Turno para incorporarlo al expediente como prueba de cargo.
Dicho video estará hoy disponible en la página que este matutino posee en Internet (www.eldiariocba.com.ar), y desde que fue publicado en YouTube, el 3 de octubre de 2011, hasta anoche, fue visto por 23.315 usuarios.
Otros detalles
A mediados de setiembre de 2012, el fiscal Del Vö elevó la causa a juicio bajo la acusación antes descripta, a tenor de lo que establece el artículo 80, inciso segundo, segundo supuesto, del Código Penal de la Nación, que establece que “se impondrá prisión perpetua (…) al que matare (…) con alevosía”.
Finalmente, cabe señalar que Claudia había nacido en Ucacha el 3 de abril de 1975 (tenía 36 años al momento de ser asesinada), mientras que Moschitari es oriundo de Villa María (4 de junio del 75) y registra último domicilio en Villa Gesell 73, en barrio Costa de Oro de Villa Nueva.
Producto de la unión de la pareja nacieron una nena y un varón, que actualmente tienen 12 y 6 años, respectivamente.