-El piloto local Gerardo Felipe (foto) observó que un competidor llegaba remolcado por la camioneta de un vecino de la región (José Armando Giraudo) por problemas en un cuatriciclo. Enseguida fue en busca de herramientas y se las prestó al mecánico también villamariense Javier Mariani, para que “metiera mano”. Un gesto de solidaridad del que también participaron otros espectadores, empujando la máquina de un piloto alemán que no contaba con asistencia propia (foto).
- La espera se hacía larga por la hora de retraso que traían los competidores respecto de lo previamente establecido. Y fue matizado por un matrimonio de ciclistas que se ganaba aplausos en la rotonda de 158 e Intendente Maciel. Algo similar sucedía con un ocurrente pedalista que hacía sus “pasaditas” ante el público congregado en el cruce de Quintana y ruta pesada.
-En la citada rotonda de 158 e Intendente Maciel ya había gente apostada en sus reposeras desde las 2,30 de la madrugada.
- Un grupo de pibes aguardaba el paso del primer vehículo, que se demoraba. En eso llegó un amigo que se había quedado dormido y preguntó cómo iba el paso de la carrera. Rápido, uno de ellos le mintió: “Pasaron cuatro camionazos tremendos”. El potro se agarró la cabeza ante la carcajada generalizada.
-Cornaglia, Geremías y otros de una Promo `77 se encontraron en el mismo punto de observación y casi se cantan un Boma Raca.
-El agradecimiento de los pilotos con el público de la ciudad y la región se expresó de varias maneras. Pulgares en alto, manos al corazón y paradas para sacarse fotos con la gente, entre otros.
-Ver algunos de los vehículos de apoyo pasando ante la sede local del Automóvil Club Argentino, hizo que muchos rememoraran el paso del Word Rally Car, en tiempos del “síganme” que también piloteó alguna vez un auto de la especialidad.
-Dos caras de las fuerzas de seguridad: la Gendarmería que dialoga y la Policía que solamente “actúa”.
-Al paso de un tremendo BMW de un particular, un expectador le gritó: “Muertooo...”. Y se ganó una nueva carcajada.
-El paso de dos morochas que, al parecer, conocen muy bien el escenario por el que transitó el Dakar en la Villa, se escucharon algunos maullidos...
-El estadounidense Robby Gordon le dio la mano a una espectadora y así avanzó con su vehículo hummer varios metros, mientras sus amigos lo fotografiaban.
-La gente estuvo a la altura de la fiesta que representa el paso del mayor rally de aventura del mundo. Y eso fue lo que se llevaron los participantes; lo mejor.
-Tal vez por eso, algunos de los extranjeros sacaron banderas argentinas por las ventanillas, y las agitaron.
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