"El hijo de todos”
Sr. director:
Las madres siempre nos creemos que los hijos son nuestros, decimos “mi hijo” o “hijo mío” no tanto para señalar el parentesco, como para señalar la apropiación.
Sentimos desde adentro esa pertenencia, aunque las madres -sabias al fin- sabemos que apenas nacen dejan de ser nuestros para tener una propia identidad y según cómo se desenvuelven en la vida pasan a ser de “otros” o de “todos”.
Mi hijo Loló era hijo de todos. Lo vivió, lo disfrutó y lo lloró todo Ballesteros.
Poco quedaba para mi intimidad, porque el mismo cariño, compañerismo y valentía que yo viví con él en nuestra casa, era exactamente igual para el resto.
Loló, a pesar de sus dificultades, optó por entregarse a los demás. Eligió de chiquito ser bombero, eligió a los demás, eligió compartirme con todo Ballesteros y Ballesteros sabe lo que estoy sufriendo y extrañando.
No estoy segura de que esto sirva de consuelo, pero todos hemos perdido un hijo, un bello y valiente hijo.
De lo que sí estoy segura es de que no me quedé tan sola. Aquel velorio, triste como todos, fue también la muestra de la hermosa huella que dejó, en la vida, mi hijo.
Digo que no me quedé tan sola, no sólo por la despedida que tuvo, sino también por la compañía que sentimos desde el minuto uno en que aparecieron las primeras dificultades.
Estuvieron presentes los que organizaron y pidieron en cadena de oración.
Estuvieron presentes los que acercaron solidaridad material.
Estuvieron presentes los que enviaron mensajes o hicieron al menos una llamada.
Y hasta estuvieron presentes aquellos que no supieron cómo hacerlo porque los conmocionaba demasiado.
Todas esas presencias no cubren hoy su ausencia, pero acompañan.
Gracias, quizás sea una palabra que no abarque todo lo que quiero expresar en mi nombre y en el de mi familia. Pero no encuentro otra.
Les agradezco a todos que hayan podido demostrar que su ausencia, quizás insoportable, sea mitigada por el recuerdo de su trascendente vida.
Gracias.
Mimí, mamá de Rodrigo Lolo Marín, y su familia.
La Playosa: teatro de primer nivel
Sr. director:
Con la emoción que me produce hablar de teatro, mi gran pasión, felicito y abrazo a ese hermoso grupo que va a exponer una hermosa obra el próximo 24, 25 y 31 de agosto para el deleite de la gente que siempre apoya y valora el trabajo de sus artistas.
Aquí hay grandes actores con los que he compartido muchas obras de teatro juntos y por ellos siento un profundo cariño y les digo que no abandonen nunca esto que vivifica, da alegría al alma y hace bien a la comunidad.
Los quiero: Oscar Paviolo, Hugo Garetto, Roberto Barbisán, Diego Del Val (éstos son de mi época) y la hermosa juventud de Valeria, Lucrecia, Karina y Jessica que tienen tanto potencial. ¡Adelante!
Un abrazo enorme a la gente que está detrás con escenografía, musicalización, peinados, maquillaje, etcétera.
No dejen de apoyar, porque sin ustedes el éxito no es posible.
¡Suerte...!Los quiero y amo el teatro! Nos vemos.
Ana Ida Mercado