“¿Qué hiciste?”, le preguntó el oficial retirado Osvaldo Francisco Aimale, a lo que Cristian Moschitari murmuró: “Ya está… ésta no va a gorrear más a nadie”.
El breve diálogo entre el exfuncionario policial y el homicida de Claudia Rodríguez, registrado instantes después del sangriento episodio, fue reproducido por el propio Aimale, al prestar ayer declaración en la Cámara del Crimen local, donde se ventila en juicio oral y público el estremecedor femicidio.
Momentos antes, el cabo primero Gustavo Javier Chevarría testimonió que cuando alcanzó a Moschitari, cuando caminaba desde el lugar del hecho hasta la esquina de Sobral y Mendoza, le escuchó decir: “Saquenmé de acá, llevenmé… me hizo de todo”.
Lo que ni Aimale ni Chevarría dijeron, posiblemente porque no lo escucharon o tal vez porque ya no lo recuerdan, es que el homicida justificó su proceder cuando lacónicamente susurró: “Se lo merecía”.
Un video clave
La frase completa (“se lo merecía, me hizo de todo”), quedó registrada en un video captado por un administrativo del colegio Rivadavia que, utilizando su teléfono celular, logró un documento fílmico de enorme valor periodístico.
El video en cuestión, de 1 minuto y 42 segundos de duración, fue cedido a EL DIARIO, que a su vez lo subió a la red YouTube y, desde allí, a la página web de este matutino, donde por estos días se puede observar libremente.
Por su valioso contenido testimonial, la filmación fue requerida luego por el fiscal de Instrucción Daniel Del Vö, que lo incorporó al expediente como prueba de cargo contra Moschitari.
La próxima semana, a pedido del fiscal de Cámara, Francisco Márquez, el video será proyectado en la sala de audiencias ubicada en el quinto piso de Tribunales, en el marco del proceso judicial que allí se está llevando a cabo.
“Pensé que era un accidente”
El cabo Chevarría relató que cuando circulaba en una moto policial por calle San Luis, hacia el centro, en la esquina de Antonio Sobral vio que a la altura del Rivadavia había un tumulto de gente, por lo que pensó que se trataba de un accidente de tránsito.
Circuló a contramano hacia calle Tucumán y al llegar al lugar se encontró con “otro panorama”: vio un Volkswagen Senda azul cruzado en medio de la calle y a una mujer al lado del cordón de la vereda, boca abajo y con la cabeza totalmente ensangrentada.
“Había mucha gente… estaban enojados, algunos gritaban y otros insultaban, y varios me señalaron a un hombre que iba caminando hacia la Municipalidad”, dijo el policía. Y agregó: “Cuando llegué a la esquina, Aimale había logrado que él (Moschitari) se sentara en el cantero que hay del lado de las vías”.
En esas circunstancias, el acusado balbuceó: “Saquenmé de acá, llevenmé… me hizo de todo”. Fue esposado y momentos después se lo llevó hasta la Comisaría en una camioneta del CAP.
Chevarría dijo que le informó a Moschitari los derechos legales que le asistían y que más tarde le hizo firmar el acta de detención, no sin antes hacérsela leer a él mismo. Además, intervino en el secuestro del Senda, de la maza y de otros objetos que quedaron en la escena del crimen.
Por su parte, el oficial Aimale (quien se desempeña como adicional en la Municipalidad desde hace 20 años) dijo que conocía a Claudia porque trabajaba en la sede comunal y a Cristian porque había sido su pareja.
Al declarar en la sala, relató: “Sentí gritos que venían de la calle. Pensé que había habido un accidente y salí. Vi a Moschitari que venía caminando por Sobral. Escuché que la gente lo insultaba y le gritaban de todo. Me acerqué, lo tomé del hombro y lo hice sentar en el cantero del frente. Ahí le pregunté ‘¿qué hiciste?’, y me contestó, ‘ya está… ésta no gorrea más a nadie’. Segundos después me enteré lo que le había pasado a Claudia”.
“Ese día -continuó Aimale- ella entró a las 7 de la mañana y estaba con los nenes. Me acuerdo que Genaro (el hijo menor de la pareja, actualmente de 7 años) estaba dormido sobre el escritorio, sentado en una silla. Después no la vi más, porque me fui al sector de las cajas a hacer mi trabajo”.