Denuncia maltrato laboral
“Hace algunos años que trabajo en la Clínica San Martín como enfermera y la situación que estoy viviendo últimamente me obliga a hacer público un hecho doloroso y que trae consecuencias en mi salud y mi vida personal.
Me refiero a una persona que también se desempeña en la clínica, que todo el tiempo me hostiga. Llega a cualquier hora y me grita delante de quien sea, sin importar si hay pacientes o no.
En una oportunidad, en febrero de este año, pasó la raya de los gritos y me sujetó fuertemente de uno de mis brazos dejándome marcas.
Ante esa situación, me vi obligada a ir a la Policía e hice una exposición, por la cual ella quedó notificada. Después de eso, tuve que soportar una suspensión en mi trabajo y encima me descontaron 11 días de pago, lo que me parece realmente injusto.
Hasta el día de hoy esperé que las autoridades de la clínica me llamen o tomen una decisión al respecto, pero como no lo hicieron, he decidido dar a conocer este caso a la sociedad porque me siento todo el tiempo hostigada por ella.
Por ejemplo, hace dos semanas tuve que pasar por un mal momento cuando estando enferma e internada en el nosocomio, ella se paró frente a mi habitación y dijo que no iba a parar hasta que todos los inútiles se vayan, refiriéndose a mí y a mis compañeros.
Cuando tuve el percance en febrero (que derivó en la exposición policial), mi marido se comunicó con los directivos de la clínica, pero nadie sabía nada. Igual, después de ese momento, nadie me llamó para ver qué había pasado.
Pensé que después de hacer la exposición en la Policía ella iba a tranquilizarse, pero sólo estuvo dos meses tranquila y ahora empezó de nuevo con los hostigamientos.
Hubo más. Como si todo eso fuera poco, hace un tiempo tuve a mi pequeña hija enferma y como no tenía quién me la cuidara, tuve que faltar a trabajar para poder estar con ella, porque no tengo familiares en la ciudad que me ayuden a hacerlo, y tuve que aguantar que esta mujer me preguntara reiteradamente de mala manera cuándo pensaba volver a trabajar, algo que me parece totalmente fuera de lugar.
Como doy mi nombre, quiero dar a conocer el nombre de quien me hostiga. Se trata de Rebeca Nicoletti, una médica auditora del sanatorio.
El maltrato se repite con todos mis compañeros, solamente que la única que le hizo frente a esta situación fui yo. Incluso, puedo decir que un montón de gente ha dejado de trabajar en el lugar por su culpa”.
Elizabet Carpio
N. de la R.: Elizabet Carpio trajo una copia de la exposición policial en la que detalla ante la autoridad pública la situación vivida. Además, un periodista de EL DIARIO se comunicó con la médica aludida, quien dijo que no tenía nada que decir al respecto.