Luego que días atrás, Valeria Suárez, la directora del Centro de Adopción Municipal (CAM), negara que “levantan” perros en la calle, asegurara que están “abiertos a mostrarle a la sociedad todos los reclamos que recibimos en nuestras oficinas” y denunciara a “algunas agrupaciones animalistas de la ciudad que prefieren ir en contra del municipio en vez de sumar (los proteccionistas le realizan severos cuestionamientos en la red social Facebook)”, voces contrarias a estas apreciaciones solicitaron también ser escuchadas.
Una de las expresiones que marcha a contrapelo de lo sostenido por la funcionaria comunal es la del vecino Iván Billalba.
“Sin intención de polemizar, la funcionaria dice verdades a medias y trata de buscar culpables en cuanto al mal funcionamiento del Centro de Adopción Municipal (CAM) fuera del Gobierno municipal, cuando ella es la máxima responsable. Es la típica actitud de quien no asume ni sabe corregir el problema y busca culpar a otros”, sostuvo Billalba.
“De ahí deriva su ataque a proteccionistas que la critican a través de las redes sociales. Estas últimas, son mujeres voluntarias que trabajan movilizadas por el amor hacia los animales. No cobran, trabajan todos los días con mucho sacrificio, intensidad, rescatando y curando perros de la calle con fondos propios”, manifestó.
“No es el caso de la directora del CAM que todos los meses pasa por caja a cobrar un sueldo por algo que no funciona”, resaltó el joven en contacto con EL DIARIO.
“Tampoco es verdad que las proteccionistas prefieran ir contra el municipio en vez de sumar esfuerzos. Hay una amplia coincidencia en todos los grupos animalistas, que esta problemática es consecuencia de una falta de política a lo largo del tiempo y se resuelve con la colaboración de todos”, redondeó.
Canes presidiarios
Además de las observaciones hechas, Billalba también se refirió a otras temáticas que calificó como altamente preocupantes.
“Quisiera centrarme en un tema que omite la funcionaria y que me parece extremadamente grave: convirtieron la perrera municipal en un depósito de perros. El CAM funciona como una cárcel de perros. Los pobres animales que están allí, no pasean nunca y desde su inauguración están sometidos al encierro”, apuntó el reporteado.
“Si los que tienen que ejecutar una política seria de prevención y concientización no comprenden que son seres vivos, que tienen necesidades y no pueden estar encerrados todo el día porque se enferman. Es muy difícil solucionar este problema”, indicó.
“Cuando el propio Estado es el que tiene ese trato cruel hacia los animales, se hace muy complicado acallar las voces de protesta y sumar voluntades”, subrayó el proteccionista.
“A principios de año se organizó el sistema de paseos con voluntarios, pero luego se fue diluyendo a raíz de que varias agrupaciones animalistas señalaran irregularidades dentro del CAM. Los responsables del área, en vez de reconocer y corregir aquello que estaba mal, fueron echando a las personas que desinteresadamente se ofrecieron a trabajar como voluntarios”, acotó.
“En reiteradas oportunidades la funcionaria Valeria Suárez manifestó que los paseos no son prioridad en el CAM, demostrando que no entiende nada sobre las necesidades de los perros. Es normal que una persona especializada en bromatología no tenga la suficiente idoneidad para cubrir un cargo como ese”, recordó.
“La Municipalidad tiene todo para crear una política exitosa que garantice el bienestar de los perros. Cuenta con la infraestructura necesaria, tiene recursos de sobra, solamente falta la voluntad política. Como ciudadano espero que mi ciudad sea un ejemplo, un modelo en cuanto al trato hacia los animales”, concluyó.