La realidad de hoy nos demuestra que el comercio está sobre las personas. Dios creó a los animales, los peces, las aves, etcétera y el hombre es uno de los mejores de la especie animal, porque piensa y con esa mente puede desarrollar cosas.
Ese mismo hombre, desde tiempo inmemorial, logró explotar al prójimo mediante la esclavitud para vivir mejor a costa del otro. Por ese motivo se desarrollaron guerras, persecuciones y muerte. Eso se llama sistema capitalista, donde lo más importante es el dinero. Por eso nació el consumismo y la incitación, a veces, a consumir cosas que no necesitamos. Es el individualismo, el egoísmo, el progreso ilimitado basado en lo económico.
Lo malo de una sociedad no son las ambiciones, sino las ambiciones desmedidas.
Hoy estamos para revertir eso, para lograr para el prójimo igualdad, equidad y más justicia. Sacarle al que más tiene algún beneficio para los que menos tienen, con leyes, hechos y acciones para que tengan igualdad de oportunidades.
El peronismo es hacer cosas por el otro, pensar y ejecutar siempre cosas para el otro y no olvidarse por qué nació el movimiento y por qué Perón y Eva pasaron a ser inmortales, quedando para la historia el fiel reflejo de lo que hicieron.
Las sociedades crecen cuando son más justas, un país crece cuando los gobernantes están comprometidos con las sociedades y hacen cosas para la gente de ese país, sin comprometerse con el extranjero o un grupo social interno, tomando como ejemplo para qué vino Cristo a este mundo y por qué dio la vida por nosotros. Vino para liberarnos y ayudarnos en nuestro camino a la muerte, tratando de que algunos no se hagan los pícaros encontrándose muy ligados a la Iglesia y saquen provecho a costa de los creyentes, ya que tenemos a muchas personas que se golpean el pecho en la Iglesia y son explotadores, egoístas y muy malas personas.
Se puede ser mejor, siempre tenemos lugar para ser mejores y lograr que en un país sus habitantes crezcan y progresen. Se puede lograr con amor y paz, no hacer de todo un comercio, no todo en la vida es plata y ambiciones desmedidas.
Un reflejo de todo eso es el fútbol, que se ha tornado una desgracia y no una alegría familiar; ir a la cancha a alentar a un equipo es hoy una pesadilla donde muere gente; se matan por enfrentamientos entre las barras de la misma hinchada y contra las del otro equipo, es un negocio descomunal donde se corrompe gente, donde nadie pone límite, donde lo más devaluado es el ser humano en esta sociedad.
Nadie en serio hace algo en serio, la verdad es muy preocupante.
No se organizan para parar la pelota, seamos más tolerantes, tratemos de vivir en paz y amor, son verdaderas mafias enquistadas, traten de que no muera más gente. Como sociedad tenemos la obligación de cambiar, se puede, no es imposible, póngale fin a las corporaciones como la del fútbol, la de los correambulancias, empresas que compran paquetes de deudores con abogados, contadores, donde los usuarios si no tienen nada que ver con lo que le reclaman, tienen que pasársela aclarando.
La verdadera percepción en esta sociedad es que no se está haciendo nada, a pesar de que en muchísimas cosas estamos avanzando y mejorando como país, como Nación. Estamos mucho mejor.
No todo es malo, no todo es negativo, pero tenemos enquistadas algunas mafias desde muchísimo tiempo atrás. Entre todos tenemos que tratar de eliminarlas, no tienen razón de ser en una sociedad mejor.
Jorge Rolotti
DNI 10.449.157