El villamariense Luis López (foto) figura como técnico en monitoreo en el disco "Sueño Dorado", por el cual el destacado joven cantautor Abel Pintos ha alzado días atrás el Gardel de Oro, la máxima distinción de la industria discográfica en Argentina.
El reconocido sonidista local participó de la grabación del exitoso álbum que fue registrado en vivo y sin público en las ruinas de la Ciudad Sagrada de los Indios Quilmes, en Tucumán, a principios de mayo de 2012.
En diálogo con EL DIARIO, López recordó aquella experiencia que aludía al contacto directo de las fuerzas creativas del artista con el legado ancestral de dicha comunidad indígena, en plena postal norteña.
"Llegamos un día para probar todos los equipos. Nos levantamos bien temprano y tipo 6.30 a 7, nos instalamos en el lugar. Grabamos, todos juntos, cada canción dos veces. Empezamos con 'Hasta aquí', luego con 'Tiempo' y así con cada una. Lo que pasa es que no podíamos dejar una parte grabada y volver al día siguiente. Era en ese momento o nunca más. Terminamos cerca de las 9.30", rememoró.
- ¿En tan poco tiempo?
- Lo que pasa es que la banda venía ensayando cuatro horas diarias durante una semana completa. Llegó bien afinada.
- ¿Cómo viviste la experiencia?
- Fue espectacular. Abel cantando "Sueño Dorado" y la luz del sol apareciendo fue impagable.
- ¿Cuánto hace que trabajás con Pintos?
- Desde que soy parte del staff, siete años pero doce años atrás empecé remplazando al técnico de monitores. Luego me sumé a una gira al sur, después a Mendoza y a su primer Opera, hasta que quedé definitivamente. Es un gran equipo con buenas personas.
- ¿Cómo tomó Abel la noticia?
- Hoy (por ayer) nos juntamos y me dijo que vamos a festejar el Gardel recién la semana que viene porque estamos repletos de trabajo. El es muy trabajador. De hecho, al día siguiente de ganar el premio volvió a continuar grabando su nuevo disco que saldría en octubre.