Con un sensible parate en la economía durante 2012, el sector de la construcción estaba sin dinamismo, planchado y las propuestas que se identificaban en la ciudad eran escasas.
La obra chica estaba detenida y las obras grandes se contaban a cuentagotas y en la mayoría se podía ver tan sólo un pequeño movimiento para “no dejar parada la obra”.
Incluso la obra pública en la ciudad estaba frenada y recién en este 2013 con las elecciones de por medio podemos apreciar cómo las mismas salen del letargo.
La magia del voto ha obligado el reinicio apresurado tanto del “Puente Colgante” como del famoso “Nuevo Hospital Pasteur” (obras anunciadas hace ya más de cuatro años y que incluso se prometió que estarían concluidas en 2011).
Cómo impacta en el dinamismo económico local la inyección de dinero por obra pública es sin dudas un interrogante difícil de cuantificar, más aún sin precisiones ni mediciones estadísticas fiables, pero sin dudas que el efecto es relevante.
Manos a la obra
A nivel macro y con buen atino el Gobierno adoptó varias medidas con el fin de apuntalar el crecimiento: primero con el plan Procrear y más tarde con los CEDIN.
Si bien los resultados no son extraordinarios, se puede apreciar cómo aunque leve han ayudado al repunte del sector. Así lo muestran indicadores públicos y privados, como el Indice Sintético de la Construcción (ISAC) y el Indice Construya (IC) que reflejan un crecimiento del sector en el año y con el empuje de la obra pública se espera un repunte mayor para el resto de 2013.
Por supuesto Villa María no escapa a la lógica nacional y los permisos de obras ya reflejan un repunte en el plano local.
Es sin dudas ésta una buena noticia para la ciudad, el dinamismo villamariense supera con creces a localidades similares y esto es palpable para cualquier vecino que viaje de forma periódica.
Escribe: lic. Alfredo Koncurat
Asesor - Consultor de empresas
www.alfredokoncurat.com.ar