El campeón vigente de nuestro futbol visitó Ausonia con la premisa de seguir en la senda positiva después de haberle ganado a su clásico rival y, con goles de Strumia y Berterame, se impuso por dos a uno en un partido que tuvo emociones por doquier y un expulsado por bando.
Desde el primer minuto se pudo vislumbrar a dos equipos que no se guardaron nada e hicieron todo lo que estuvo a su alcance para lograr, cada cual, su propio objetivo.
Por un lado, Juventud River Plate se plantó en el campo cediendo el balón a su rival, para luego intentar catapultarse rápidamente de contragolpe, algo que nunca pudo lograr con claridad y así se fue diluyendo en centros frontales que no acarreaban ningún tipo de riesgo sobre la zona custodiada por José Gobbi.
Enfrente, un equipo de memoria como lo es Rivadavia, asumió el rol de protagonista que tan bien le sienta y sin demostrar ningún tipo de incomodidad al aceptar dicho padrón. Por lo que recibieron con mucho gusto la posesión cedida por el anfitrión, tanto fue así que antes del primer cuarto de hora, después de una brillante demostración de juego corto entre Franco Gozzerino y Franco Santoni, se puso en ventaja tras un violento zurdazo de Leonel Strumia que se incrustó en el ángulo superior derecho del arco ocupado por Guillermo Roach.
A partir de allí el “Verde” aumentó su caudal de juego en ofensiva y se relajó lo necesario en la mitad del campo, haciendo cada vez más referente el tándem conformado por Srumia y Marcos Berterame y tratando de vulnerar la firme resistencia impuesta por el arquero rival, algo que no logró hasta el minuto 16’ de la segunda mitad.
En ese momento Gozzerino ejecutó un tiro de esquina y su envío derivó en el corazón del área. Un mal rechazo dejó boyando la pelota y tras una serie de rebotes, apareció Berterame para aumentar merecidamente la ventaja.
Esto pareció ser una inyección anímica para la “Juve”; los de Calcagno se fueron con todas sus armas en búsqueda de un gol que los depositara nuevamente en el partido y empezaron a mostrar todo lo que se habían guardado hasta entonces, inquietando a Gobbi y llegando al descuento a través de una buena ejecución desde los doce pasos de Sergio Villalba.
Los minutos restantes fueron de sufrimiento puro. Pudo haber aumentado Gastaldi por medio de un penal, sin embargo Roach adivinó su intención. Y el local estuvo cerca, pero no contó con la eficacia suficiente para vulnerar la sólida estructura defensiva del último campeón que volvió a ganar y sigue en alza.
1
JUVENTUD
Roach 7
Córdoba 5
Dutto 5
Gonella 5
Theiler 5
Carbajal 4
Faró 5
Orellana 5
G. Márquez 5
Contreras 5
Villalba 5
DT: Rubén Calcagno
2
RIVADAVIA
Gobbi 6
M. Rojas 6
L. Márquez 7
S. Garis 7
Maldonado 5
F. Santoni 5
Berterame 6
Strumia 6
F. Rojas 6
R. Santoni 6
Gozzerino 8
DT: Marcelo Santoni
Goles: 9' PT Strumia (R), 16' ST Berterame (R) y 29’ ST Villalba, de penal (J).
Cambios: 30' PT Marín (5) x Contreras (J), 15' ST Gudiño x Maldonado (R), 20' ST Gastaldi x L. Márquez (R), 21’ ST Arce x Córdoba (J), 26’ ST Demarchi x R. Santoni (R) y 37’ ST Ledesma x Carbajal (J).
Amonestados: Faró, Gonella y Marín (J); Maldonado, S. Garis, Gozzerino y R. Santoni (R).
Expulsados: 45’ ST F. Santoni (R) y 47’ ST Orellana (J).
Arbitro: Hugo Banegas.
Jugado en: Ausonia.
Reserva: Juventud 0 – Rivadavia 1.
Franco Gozzerino estuvo imparable cada vez que se lo propuso y tuvo participación en ambos goles de Rivadavia. Aportó dinámica permanente por todo el frente de ataque, siendo una constante pesadilla para la defensa local. En Juventud se destacó la muy buena labor del experimentado arquero Guillermo Roach, quien demostró seguridad y contuvo un penal.
Buena tarea del juez Hugo Banegas. Se mostró correcto en sus decisiones y no tuvo ningún tipo de influencia en el resultado final. Acertó en ambos penales, como también en las dos expulsiones. Regular actuación de sus asistentes Alexis Carranza y Maximiliano Aballay.