“Soy estudiante de la Universidad Nacional de Villa María, estoy de intercambio representando a la UNVM en Colombia”, manifiesta la estudiante de las licenciaturas Psicopedagogía y Terapia Ocupacional, Vanesa Silvina Delgado, que poniéndose en contacto con este matutino nos solicitó que pongamos más atención al país que hoy la recibe en el marco de un intercambio.
“Está horrible la situación político-económico-social en este país. Siempre leo EL DIARIO y no puedo creer que los hechos de tal dimensión que acontecen diariamente en territorio colombiano no sean divulgados en Córdoba”, agrega en el texto que remata: “Lo que está pasando aquí debe ser de conocimiento colectivo”.
Desde este matutino se le solicitó a la estudiante villamariense su perspectiva ante los hechos que vivencia de manera más que cercana. A través de un correo electrónico Vanesa reveló una situación que preocupa.
La educando que toma clases en la Universidad Pedagógica Nacional (UPN) de Bogotá relató:
“El Gobierno colombiano ha pautado un Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos. Dicho tratado perjudica el trabajo de los campesinos ya que para continuar con la siembra de arroz (una de las grandes actividades económicas de Colombia), tendrán que comprar semillas certificadas importadas de EE.UU. Con ello se está prohibiendo una práctica ancestral.
Con estas nuevas normativas aquellos campesinos que no la respeten tendrán cuatro años de cárcel.
Esta es una situación que trasciende la situación de los campesinos, por ello hoy lunes 26 de agosto es el octavo día de paro nacional. Progresivamente, con el pasar de los días se están sumando diferentes sectores a las manifestaciones en apoyo a la gente del campo ya que la situación se torna cada vez más difícil; cese de producción agrícola, escasez de alimentos, carreteras cerradas por las manifestaciones que se producen día y noche, muertes de campesinos, aparición de granadas en zonas públicas, desaparición de familiares e infinidad de violencia y agresión hacia la vida humana, todo ello originado por civiles.
La Universidad no se mantiene al margen de la situación del país, la población estudiantil también se suma al reclamo de manera violenta.
La semana pasada fue parte del paisaje académico observar en el patio de la UPN alumnos encapuchados, escuchar bombas caseras elaboradas con papas y la alarma del campus indicando a los estudiantes que nos encontrábamos allí que debíamos despejar el lugar.
Los enfrentamientos desarrollados entre estudiantes y civiles perduraron alrededor de cuatro horas, se ha clausurado el paso a los ciudadanos en toda la manzana correspondiente a la universidad.
El día jueves por la tarde, a consecuencia de estos enfrentamientos, se ocasionaron graves rupturas en las instalaciones de la Universidad, por lo cual el rector suspendió las clases por varios días.
Los argentinos no podemos ser indiferentes a esta situación. Es necesario que circule la información, que todos estemos al tanto de la cantidad de personas que están perdiendo familiares, violencia que se mantiene en silencio y no por eso es menos violencia”, concluyó Vanesa.